La música de El club de los Graves: Carlos Vives y la creación de un universo sonoro al rescate de lo auténtico y lo local
En Disney+, las clases comenzaron el 22 de febrero. Ese día estrenó globalmente en el servicio de streaming El club de los graves, una nueva serie original íntegramente realizada en Colombia que transcurre en una tradicional escuela de educación musical a la que llega un nuevo profesor con métodos completamente disruptivos. La nueva producción marca el regreso a la actuación del legendario músico Carlos Vives quien, además de protagonizar la historia, compuso las canciones que integran la banda sonora, ya disponible en las principales plataformas de audio y video. En el papel del singular profesor, llamado Amaranto Molina, Vives lidera un talentoso elenco joven que brilla episodio a episodio en un relato divertido y conmovedor. “Es una serie que transcurre en Colombia, pero que podría suceder en cualquier parte de nuestra Hispanoamérica. Es una historia muy universal acerca de la lucha de lo local por no desaparecer frente a una industria que trata de uniformarnos”, señala el artista.
Con el nombre de Carlos Vives al centro del proyecto, no sorprende que El club de los graves respire música por todos sus poros: no solo ocupa el eje de la escena en la trama principal y en las historias de cada uno de los personajes, sino que además queda revelada en las canciones que componen el álbum de la serie, en una combinación irresistible de melodías pop, sonidos urbanos y ritmos tradicionales de distintas regiones de Colombia que realzan el valor de lo autóctono y lo auténtico en la creación musical.
UNA HISTORIA, DOCE CANCIONES
En El club de los graves, Molina llega a trabajar al Instituto Ultranova, un colegio regido por fórmulas que dejan de lado a los alumnos que no cumplen con las normas establecidas por el éxito comercial en la música. Allí, el directivo a cargo de todas las decisiones es Eduardo Kramer (Julián Arango), responsable de elegir anualmente a cinco estudiantes —apodados “Los Agudos”— para integrar la prestigiosa banda de la escuela. Molina, por su parte, es asignado como profesor de “Los Graves”, el grupo de alumnos que queda fuera de la selección porque su talento no cumple con los estándares de mercado, según Kramer. Inspirados y motivados por Molina, “Los Graves” aprenden a lo largo de la historia a dar rienda suelta a su pasión por la música y su predilección por distintos instrumentos, a través de canciones de gran riqueza creativa y profunda honestidad. “El poder de la serie es el rescate de lo local. En esta historia, la industria de la música no es muy cariñosa con las identidades, las músicas locales, con el joven que viene del Pacífico con sus instrumentos, o el joven que viene del Caribe con lo suyo, o el del Altiplano… A veces, el camino de la fama no es el más apropiado. Es mejor el camino de búsqueda de lo auténtico, de la propia identidad y autenticidad. Son mensajes que identifican a Disney y que estuvieron en la esencia del proyecto desde el inicio”, comenta Vives.
La historia de Molina, Kramer, “Los Agudos” y “Los Graves”, marcada por una división estilística y conceptual en torno a la música creada por los dos bandos de estudiantes, está hilvanada por once canciones interpretadas por el elenco. Además, la colección musical incluye una nueva versión de “Tu amor eterno”, la reconocida canción de Vives lanzada en 1999 que dentro de la historia conecta a Molina con sus años de juventud y que rápidamente será identificada por los fans de larga data del artista.
Desde la inspiradora “Tumbando muros”, el primer lanzamiento musical de la serie hasta la conmovedora “Cantando”, lanzada recientemente junto al estreno de la serie, y pasando por temas como la divertida “El pregón del aguacate”, creada a partir del canto de un vendedor ambulante, la balada a dúo “Una sola voz” y el himno pop de impronta ochentosa “Forever”, la banda sonora de El club de los graves es tan ecléctica como congruente, y revela la gran versatilidad de su icónico creador, capaz de componer, en función de la historia, por fuera de los géneros que lo identifican como artista.
Al describir la impronta de la colección de canciones de la serie, Vives elige el término “El Rock De Mi Pueblo” para definir el encuentro de múltiples géneros de aquí y de allá, de ayer y de hoy. “Fue un trabajo a conciencia con cada una de las canciones, con cada uno de los momentos de los personajes y de las tramas. La banda sonora amarra muy bien la historia. Junto a un equipo de producción increíble, logramos hacer una banda sonora muy apegada a las necesidades de la serie que va a llegar al corazón de la región”, concluye Vives.
DANDO VIDA A UNA BANDA SONORA
El proceso creativo detrás de la música de la serie comenzó en la fase preliminar de producción. Con la pasión y la entrega que lo caracterizan, Carlos Vives estuvo fuertemente comprometido con el proyecto desde su inicio, dejando su huella en todas las instancias creativas, desde la actuación hasta los guiones y, por supuesto, la estrategia musical de la serie.
Para crear la música, tanto el artista como sus colaboradores de larga data se reunieron en varias oportunidades con el equipo de Disney, dando lugar a ricas sesiones creativas de gran fluidez. “Fue una experiencia maravillosa porque trabajamos a partir de la psicología, de la historia y del entorno musical de cada uno de los personajes. Al tratarse de una escuela que hace énfasis en música, donde intervienen distintos personajes con sus historias musicales, había que trabajar músicas muy específicas para cada uno”, cuenta Vives.
“Tuvimos reuniones con los guionistas de la serie, en las que nos contaron los perfiles de los distintos personajes y de los dos grupos dentro de la escuela. A partir de allí, buscamos los sonidos que identificaran la personalidad de cada grupo. Con esas células musicales desarrollamos cada canción”, explica Andrés Leal, coproductor de la banda sonora y coautor de las canciones junto a Vives y Martín Velilla. Atentos a las subtramas de la historia, crearon las letras de las canciones y dieron vida a distintas versiones musicales de cada una, de acuerdo con las necesidades de las distintas escenas. Sus creaciones, a su vez, también terminaron influyendo en las versiones finales de los guiones.
“También pensamos mucho en cómo acercar a la gente joven a la música de Carlos y ayudarla a entender el universo sonoro de la música colombiana, y a su vez llevar todo eso al universo de Disney”, agrega Leal, al tiempo que explica que en la serie confluyen sonidos de todas las regiones de Colombia, desde la cumbia y el vallenato hasta la música del Pacífico, representados a través de los distintos personajes y sus habilidades específicas con los diferentes instrumentos.
La banda sonora de El club de los graves se grabó en Gaira Música Local, el estudio de Vives en Bogotá. Las sesiones se extendieron durante tres meses e involucraron a todo el elenco de la serie, bajo la dirección creativa del artista junto a Leal y Velilla, así como a músicos que colaboran asiduamente con Vives y artistas emergentes de la escena musical bogotana.
LA ESCUELA DENTRO DE LA ESCUELA
Tres meses previos a la grabación de la serie, el elenco joven empezó a trabajar en la preparación de las escenas musicales, a través de clases de los distintos instrumentos y sesiones intensivas de coaching vocal. “Fue una experiencia muy bonita para todos. Hay actores del elenco que no tenían experiencia musical y la serie se volvió, literalmente, una escuela de música para ellos”, cuenta Leal. El proceso empoderó en gran medida a los actores y las actrices, quienes llegaron al set completamente preparados para enfrentar sus escenas como músicos.
“Al final, fueron ellos quienes pusieron el sello con sus interpretaciones en escena. Allí es donde se veía el trabajo definitivo, donde se unían todas las emociones. Ellos le dieron mucha fuerza a la creación de la música”, comenta Vives.
El entrenamiento técnico, además, estuvo acompañado por la presencia de Vives en el rol de mentor de esta nueva generación de artistas colombianos.“Carlos los ayudó a entender de dónde viene su música y del valor que tiene la música colombiana en el país y el exterior. La serie no solo deja enseñanzas a partir de su historia, sino también por su aporte cultural”, concluye Leal.
Más allá del set, en el estudio de grabación de la banda sonora también se cristalizó todo ese trabajo, resultando en sesiones que revelan el alma y el talento extraordinario de cada uno de los integrantes del elenco.
UN MENSAJE PARA LATINOAMÉRICA Y EL MUNDO
En el proceso de creación de la música de El club de los graves, Carlos Vives disfrutó del enorme placer creativo de dar vida al universo sonoro de la serie y de trabajar con los jóvenes talentos que forman parte del elenco, pero además cree que las canciones “van a llegar al corazón de la región”, al tiempo que siente profundo orgullo del poderoso mensaje que llevan las canciones hechas en Latinoamérica para las audiencias del mundo. En este sentido, concluye: “Es un mensaje de humanidad, de valores, y también de identidad, de valorar lo que tenemos en nuestros territorios y de expresar nuestra diversidad, nuestro mestizaje, vernos grandes en nuestra localidad”.
El club de los graves ya se encuentra disponible en todo el mundo con la temporada completa, exclusivamente en Disney+.
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