Sabemos que uno de los cánceres más frecuentes es el cáncer de piel melanoma, por ello es de crucial importancia que hablemos de su identificación y prevención. En muchos casos, gracias a una detección temprana, el cáncer de piel se puede prevenir.
Pero, ¿qué es un melanoma?
Uno de los principales efectos negativos de la exposición solar es la aparición de lesiones en la piel. Estas lesiones pueden ser precancerosas o cancerosas. Entre las cancerosas, encontramos el melanoma.
El melanoma es un tumor maligno de la piel originado en los melanocitos (las células que dan color a la piel). Es el tipo de cáncer de piel más agresivo y peligroso y su principal causa es la exposición excesiva e inadecuada al sol, junto a factores genéticos.
El primer signo de un melanoma es un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es más habitual encontrarlos en piernas, espalda y escote.
Cualquier persona puede desarrollar cáncer de piel aunque no tenga un factor de riesgo, pero las probabilidades de padecerlo aumentan en personas que:
- Tienen la piel clara.
- Han sufrido quemaduras solares en la infancia.
- Pasan muchas horas al sol (por ocio o trabajo).
- Se exponen al sol de forma intensa en cortos períodos de tiempo (vacaciones).
- Utilizan o han utilizado cabinas de bronceado.
- Presentan más de 50 lunares.
- Tienen una historia familiar de cáncer de piel.
- Tienen más de 50 años.
- Han sido trasplantadas de algún órgano.
También pueden servir como señales de advertencia, el cambio en la superficie de un lunar, comezón y/o sensibilidad en un lunar, la propagación del pigmento en el borde de una mancha hasta la piel circundante y por último, una herida que no termina de cicatrizar.
¿Sabes cómo detectar un melanoma y prevenir el cáncer de piel?
Es importante examinar la piel de todo el cuerpo de manera regular, así podrás identificar cualquier lunar o mancha anormal. En el caso que esto suceda, debemos acudir al dermatólogo para que nos haga una exploración a nuestra piel.
Para detectarlas es útil seguir la técnica “ABCDE”:
Asimetría: el contorno de una mitad del lunar no es igual al otro.
Bordes: los bordes son desiguales, borrosos o irregulares.
Color: el color es disparejo y puede incluir tonalidades negras, cafés y canela.
Diámetro: hay cambios en el tamaño, generalmente se vuelven más grandes.
Evolución: cualquier cambio en el lunar en las últimas semanas o meses.
Asimismo, otras señales de advertencia son:
- Una llaga que no cicatriza.
- Propagación del pigmento del borde de una mancha hasta la piel circundante.
- Enrojecimiento o una nueva inflamación más allá del borde.
- Cambio en la sensación (comezón, sensibilidad o dolor).
- Cambio en la superficie de un lunar (descamación, exudación, sangrado, o la apariencia de una protuberancia o nódulo).
Si detectas en tu piel algún lunar o mancha con las características anteriores, debes acudir a tu dermatólogo para que te haga una exploración y un posterior diagnóstico. Los expertos de Isdin, nos comentaron en qué consiste una exploración dermatológica, cuándo deberíamos acudir al especialista para que nos revise y cómo podemos intentar reducir el riesgo de padecer melanoma en nuestra piel.
¿En qué consiste una exploración dermatológica?
En consulta, los dermatólogos pueden combinar dos técnicas para realizar la exploración dermatológica: la dermatoscopia digital y el dermatoscopio de mano.
Los profesionales analizan todos los lunares del cuerpo, rostro y cuello y los interpretan mediante estas técnicas de diagnóstico por imagen. Es importante la exploración completa de todo el cuerpo ya que en ocasiones el melanoma se puede localizar en lugares que no son evidentes a simple vista, como las uñas o los dedos de los pies. Los nuevos sistemas informáticos de diagnóstico permiten obtener mapas corporales totales, así como localizar las lesiones y archivar las imágenes para realizar controles del paciente y detectar cambios mínimos en sus lunares, que podrían ser sugestivos de malignización.
Aunque pueda parecer un proceso muy lento, los expertos de Isdin nos explican que analizar unos 100 lunares puede tardar tan solo 1 minuto y medio.
¿Cuándo deberíamos ir a hacernos una exploración dermatológica?
Si sospechamos de cualquier anomalía en nuestra piel, como lunares que cambian, lesiones rosadas con escama que no curan (especialmente en cabeza y cuello) deberíamos acudir al dermatólogo para una revisión de la piel. Además, las personas con factores de riesgo deberían hacerse exploraciones con un especialista anualmente.
¿Se puede prevenir el cáncer de piel tipo melanoma?
En ISDIN, líderes en fotoprotección, creen firmemente en la labor social para concienciar a la población de los riesgos de exponerse al sol sin una adecuada protección solar y trasladar el mensaje de la importancia de fotoprotegerse a diario.
No todos los melanomas se pueden prevenir, pero podemos tomar medidas para reducir el riesgo de padecer melanoma y otros tipos de cáncer de piel.
Evita tomar sol entre las 11.00 y las 16.30 horas que es cuando hay más radiación. Usa siempre fotoprotección cuando tu piel esté expuesta. Para una correcta protección, el filtro solar utilizado debería tener un factor de protección solar alto o muy alto, 30 o más, y aplicarse de forma generosa unos 30 minutos antes de la exposición, reaplicarse cada 2 horas. Los expertos sugieren que “hay que aplicar una cantidad suficiente de producto, distribuirlo de una forma muy correcta en toda nuestra superficie y reaplicarlo si estamos mucho tiempo expuestos”.
Usa otras medidas protectoras físicas como gafas de sol, sombrillas, sombreros o ropa. Evita las quemaduras solares: Las quemaduras solares son uno de los factores que aumenta más el riesgo de padecer cáncer de piel y de melanoma.
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