La descontaminación de los océanos es imperativa y es por esto que reutilizar como nuevo recurso los plásticos que lo contaminan vislumbra una solución. En esta línea, tres reconocidas empresas chilenas se unieron para disminuir la contaminación plástica en la Patagonia, además de evitar la emisión de microplásticos en el mar y fomentar la reutilización de materias primas.

FreeMet, Atando Cabos y Beluxa decidieron trabajar de la mano para crear el nuevo Envase Boya, hecho 100% en base a boyas recuperadas del mar y el borde costero de la Patagonia, lugar donde la belleza del paisaje natural se cruza con los residuos derivados de la industria pesquera. Esta iniciativa busca transformar la contaminación plástica marina en una oportunidad para fomentar la economía circular.

“Esta es una acción concreta que demuestra que sí es posible regenerar los ecosistemas naturales, a través de la reutilización de materiales para darles un nuevo valor. Además de lograr la unión de empresas nacionales en una lucha común por la preservación del medioambiente a través de una producción limpia y, posteriormente, ofreciendo precios justos que den acceso a las personas a sumarse a la revolución de la economía circular”, explicó Carolina Urrutia, Co Fundadora y Directora I+D de FreeMet.

Un reciente estudio publicado por la revista Nature entrega cifras inquietantes sobre la isla de plástico que flota en el Pacífico, entre las que sobresale el hecho de que ya está abarcando más de 1,6 millones de Km2, más del doble de la superficie de Chile. Su peso llega a las 80 mil toneladas y está compuesto por 1,8 billones de piezas de plástico, 46% de ellas correspondientes a equipamiento de pesca.

“El plástico nunca es un residuo, es un recurso, lo importante es aprender a utilizarlo. Es un material con muchas virtudes y al ser eterno se puede volver a transformar en materia prima para crear nuevos productos. Trabajamos en grandes proyectos de economía circular en el país, no solo desde la opinión, porque creemos que todos pueden aportar desde la acción y que todas las iniciativas son relevantes”, aseguró Michel Compagnon, Fundador de Atando Cabos.

Los resultados de la creación del Envase Boya hablan por sí solos, ya que la iniciativa reduce en un 55% las emisiones de CO₂. La primera meta es sacar del mar 10 toneladas de plástico, que actualmente se están reutilizando como recurso para crear el nuevo Envase Boya. El producto sienta un precedente para un futuro más sustentable, siendo el primer detergente que no daña el agua del planeta dentro de un envase hecho 100% de boyas recuperadas del mar, un ejemplo de economía circular y producción limpia de Chile para todo el mundo.

¿Cuál es el proceso de fabricación del Envase Boya?

Lo primero es recuperar el plástico del mar. Las boyas desechadas por las actividades acuícolas y de pesca en la Patagonia son rescatadas por Atando Cabos, que luego las trituran y convierten en un pellets, materia prima que traspasan a Beluxa, quienes lo procesan en una máquina que hace los envases y aquí es donde el sueño cobra vida, el primer envase de detergente hecho completamente de boyas recuperadas del mar es rellenado con el detergente biodegradable de FreeMet que lleva esta innovación a más de 60.000 personas a lo largo de todo Chile, donde los consumidores se unen a la causa reutilizando sus envase en los más de 80 puntos a granel a lo largo del país, adquiriendo formatos de recarga, retornándolos a FreeMet o simplemente reciclándolos.