La flexibilidad laboral ha cobrado una importancia creciente en el escenario actual, sobre todo con la reciente aprobación de la ley número 21.645 en Chile, que facilita e impulsa opciones como el teletrabajo.

Se espera que muchas empresas adopten nuevas prácticas en la organización de sus espacios de oficina, y es en este contexto donde los espacios de trabajo flexible se presentan como una herramienta para que estas compañías se adapten a los cambios y ofrezcan a sus empleados un entorno laboral acorde con sus necesidades.

“Proporcionar espacios flexibles es una buena solución para las fechas críticas para las familias, como son las vacaciones de verano. Estos no sólo son útiles para conciliar las demandas profesionales con las responsabilidades familiares, sino que también permiten a los padres y madres elegir entornos cercanos a sus hogares, lo cual disminuye los tiempos de traslado”, indica Víctor Parra, Country manager WeWork Chile. 

Según explica el ejecutivo, otra de las ventajas de los espacios flexibles es que permiten movilidad geográfica, es decir, la persona puede trabajar desde distintas locaciones, incluso ciudades, según sean sus preferencias u obligaciones, otorgándole mayor libertad.

A esto se suma la posibilidad que el trabajador pueda acceder a un espacio de trabajo “on demand”, esto quiere decir que el colaborador puede utilizar una oficina en los momentos que así lo requiera, durante algunos días de la semana, para reuniones o por horas. Todo se ajusta a los requerimientos de cada persona, para promover la eficiencia y productividad. 

Con la implementación de los espacios de trabajo flexible, las empresas podrán adaptarse de manera eficaz a las nuevas dinámicas laborales, aprovechando las oportunidades que ofrece la flexibilidad para fortalecer la productividad y la satisfacción de sus trabajadores, que durante los meses de vacaciones de verano se ven atareados por cumplir con la responsabilidad de la crianza y el compromiso por el trabajo.