Septiembre 24, 2024

¿Vale la pena pagar por medicamentos de marca?

En el actual mercado farmacéutico, el término “bioequivalente” es cada vez más utilizado, pero muchas personas aún tienen dudas sobre su significado, sus beneficios y cuál es la diferencia real en comparación con los llamados remedios de marca.

En este sentido, desde Farmacia Meki, explican que es fundamental que las personas y usuarios frecuentes de medicamentos aprendan sobre su significado para que puedan tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar, porque puede significar un ahorro importante mes a mes.

Referentes y altos precios

Cada vez que se investiga y se crea un nuevo medicamento, el laboratorio que lo creó tiene derecho a la venta de esa droga de forma exclusiva los primeros años. En ese período, el laboratorio lo comercializa bajo un nombre específico y tiene libertad para definir los precios. Gianella Cupitty, Química Farmacéutica de Farmacia Meki explica: “Un ejemplo súper claro es el Celecoxib de 200 mg. La patente de este producto la inscribió Pfizer en 1993, se comenzó a comercializar en 1999 bajo el nombre de Celebra y recién el año 2016 en Chile otros laboratorios pudieron replicar la droga. Por eso hoy en día vemos que si bien sigue existiendo el Celebra y es el más caro del mercado rondando los 45 mil pesos, también hay alternativas de marca como el Capsure, Celedox, Coxira, Coxel, etc. y Celecoxib genérico de muchos laboratorios que tienen precios desde los $2.000”.

Bioequivalentes: ¿es realmente lo mismo?

Los medicamentos bioequivalentes tienen la misma eficacia y seguridad que sus equivalentes de marca, y también han demostrado tener la misma biodisponibilidad en el organismo de las personas, respaldado gracias a pruebas clínicas exigidas por el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP). Esto significa que la cantidad de medicamento que llega a la sangre y su velocidad de absorción es similar a la del producto original, asegurando que ambos funcionen de la misma manera y cumplan con el objetivo del tratamiento. Y lo mejor, a precios mucho más bajos.

La única diferencia que puede tener un medicamento bioequivalente respecto del referente es en los principios inactivos, es decir, en lo que está en el comprimido que no es la droga propiamente tal. “Estos componentes podrían hacer que, por ejemplo, una persona sienta intolerancia o malestares estomacales con una alternativa en especial, pero lo importante es que el efecto del medicamento en sí es el mismo en el cuerpo”, dice Gianella.

Respecto a sus precios, la diferencia es abismal: “Existen diferencias de hasta $100.000 en algunos principios activos entre el medicamento de marca y la alternativa más barata, y la gran mayoría de los principios activos ya cuentan con alternativas bioequivalentes. Por lo mismo, la recomendación más importante es informarse, preguntar a su doctor y evaluar la alternativa de cambiarse a los medicamentos bioequivalentes, porque el ahorro, especialmente para quienes deben consumir muchos medicamentos mes a mes es muy significativo”, recalca Gianella.

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