Por Cristobal Barriga
Jefe Comercial de Inmobiliaria Regenera
Como centros de impulso para la economía mundial y una atractiva opción para quienes buscan el estilo de vida que ofrece la urbanidad, las ciudades serán -según cifras de la ONU- el destino del 60% de la población mundial en 2030.
Pero la rápida urbanización implica algunos desafíos relevantes para el futuro inmediato, como una profundización de la contaminación. De hecho, según el organismo multilateral las urbes representan el 70% de las emisiones de carbono a nivel mundial.
“La ciudad no se puede regir sólo por las reglas del libre mercado, debe existir un diseño o planificación urbana. Las leyes de urbanismo existen para regular las relaciones entre los ciudadanos”, comentó el especialista en urbanismo y ex director ejecutivo de ONU Hábitat, Joan Clos.
Los espacios que se construyen responden directamente a las necesidades del futuro y aseguran, o no, una buena calidad de vida. La experiencia de las personas tiene directa relación con la cercanía a sus trabajos y servicios básicos, los lugares de recreación y el acceso a áreas verdes. Otro punto principal es la habitabilidad de la arquitectura desde los espacios a los materiales.
Una manera en que inmobiliarias están buscando demostrar sus construcciones sustentables es a través de certificaciones. Hoy en día la certificación LEED es probablemente la más reconocida a nivel mundial y un gran atributo diferenciador en términos de sustentabilidad. Usar esta herramienta obliga a las inmobiliarias a revisar tanto el diseño como el proceso de construcción del edificio, llegando así a un mejor producto.
Para poder calificar a esta certificación se exige un criterio de disminución de energía y agua al momento de estar operativo. Es por esto que edificios de oficinas hoy están usando jardines con riego eficiente a modo de reducir el consumo de agua o sistemas de climatización eficiente, como son los “chiller polivalente” que consisten en transitar el aire a través del edificio desde las orientaciones más calurosas a las menos, ahorrando energía en el proceso.
Si bien es responsabilidad del sector inmobiliario y de construcción trabajar por mantener las condiciones dignas en los espacios que habitamos y trabajamos, también podemos ir un paso más allá y buscar opciones de mejorar la calidad de vida de los trabajadores dentro de las empresas.
Existen iniciativas nacionales que fomentan esto, como Desafío 10X, fundación que invita a que las empresas se unan de forma voluntaria a dos desafíos: reducir la brecha salarial y mejorar el sueldo mínimo dentro de las empresas, para así generar un ambiente de trabajo más equitativo.
El urbanismo es parte esencial de un país, sus habitantes y la biodiversidad. La construcción estratégica abarca todas las aristas: determina las oportunidades y los recursos de las ciudades, las personas y el medio ambiente que se comparten dentro de la misma región, con el país y a la vez con otras naciones.
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