Si ya te has cansado de acudir al Kamasutra para innovar en tus relaciones sexuales, quizá sea un buen momento para poner en práctica las técnicas del sexo tántrico. Seguro que has oído hablar alguna vez de él, pero no terminas de entender muy bien en qué se diferencia del coito tradicional, así que vamos a comenzar hablando un poco de él. 

El sexo tántrico se basa en el Tantra, una filosofía oriental surgida hace miles de años que rinde culto a los placeres mundanos para alcanzar la plenitud espiritual. Es un método que tiene como finalidad hacernos experimentar el éxtasis únicamente a través de los sentidos, cuando no existen pensamientos, ni miedos, ni prejuicios.

Cabe destacar que en el sexo tántrico la meta no es la eyaculación o el orgasmo, sino disfrutar de la sexualidad de un modo diferente que te trasladen a otra dimensión, bien sea solo, en pareja o ya sea en compañía de una escort en Santiago de Chile, Colombia o Argentina.

Consejos para practicar el sexo tántrico

Los secretos del sexo tántrico residen en una serie de técnicas para conseguir prolongar el éxtasis sexual y amplificar los niveles de satisfacción.  Es una práctica mucho más sensible y calmada, dejando atrás los tabúes y las prisas. 

• Crea un ambiente adecuado: con luz tenue, sin ruedos, sábanas limpias. También puedes poner un poco de incienso y velas que te ayuden a relajarte.
• Juego de miradas y caricias: el foco no reside en los genitales, hay que deleitarse mirando al cuerpo de la otra persona, mirarle a los ojos, acariciar poco a poco. El sexo tántrico se centra en sentir el tacto de la otra persona. Puede ser la clave para alcanzar el orgasmo.
• Explora y saborea a tu pareja: puedes jugar con aceites corporales o afrodisíacos, introducir algo de comida para saborear, como el chocolate y la nata, pintar el cuerpo de tu pareja.
• Experimenta un orgasmo con todo tu cuerpo: el sexo tántrico está muy relacionado con lo que muchos llaman la “eyaculación interior”. Para ello existen diferentes técnicas como los ejercicios de Kegel, que nos ayudan a controlar el músculo pubocoxígeo. Se puede jugar estar cerca del orgasmo, pero sin llegar completamente a él varias veces. Cuando finalmente se alcance hay que canalizar esa energía por todo el cuerpo sin contenerlo para descubrir hasta cuánto dura el placer. 
• Penetraciones: en el sexo tántrico también puede tener lugar el coito en sí, pero aquí, más que la rapidez de movimientos para alcanzar el clímax, es importante realizar las penetraciones muy lentamente, para que podamos sentir el pene dentro de la vagina mientras lo acompañamos de miradas, besos y caricias. Son bastantes las prepagos en Quito que ofrecen este tipo de servicio.

En nuestro día a día, a veces estamos más pendientes de llegar al orgasmo que de disfrutar del viaje. Con el sexo tántrico aprenderemos a experimentar en la intimidad y probar cosas nuevas, intensificando nuestras sensaciones y dejándose llevar por todo lo que provoca en el propio cuerpo.