Por Teresita Morán, Co Founder y Country Manager de Buk en Chile
El salario emocional son aquellas retribuciones no económicas que entregamos a nuestros colaboradores, las que satisfacen necesidades profesionales y personales. Algunas son tangibles, como las capacitaciones o los descuentos en comercios. Otras son intangibles, pero aun así cuentan como un gran beneficio para nuestros equipos, como el horario flexible y el teletrabajo.
Actualmente, todas las empresas, industrias y países se encuentran ideando estrategias para dar cara a una posible recesión económica global. Ante este contexto, las empresas suelen detener el crecimiento de sus equipos, y en el peor de los casos, recurren a los despidos, viéndolo como una de las principales, y más rápidas soluciones para mantenerse a flote.
Si bien es una decisión estratégica, en estos tiempos de incertidumbre, en los cuales el estrés y la ansiedad de los colaboradores se incrementa en forma importante, es esencial apoyarlos y entregarles tranquilidad; ser capaces de motivarlos a dar lo mejor de sí mismos, a pesar de la crisis. De lo contrario, el clima laboral dentro de una empresa se verá afectado.
De acuerdo con el informe Talent Trends 2022 de Randstad Sourceright, crear una cultura de empatía mediante conexiones auténticas es una de las más grandes prioridades en la gestión de talento humano, y esto se puede lograr potenciando el salario emocional.
Si no puedes invertir en beneficios extras, haz un esfuerzo por reconocer a tus colaboradores de otras maneras. ¿Tienen horario flexible? ¿Tienen posibilidad de trabajar remoto y ahorrar un poco en transporte? ¿Tienen un plan de Reconocimiento que agradezca y valore su trabajo?¿Tienen seguro de salud y saben cómo aprovecharlo? Este tipo de beneficios son una forma de retribuir su trabajo, ayudan a calmar la ansiedad y a la vez, son una herramienta de retención de talento, esencial para mantener tu compañía durante y después de una crisis económica.
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