Por Claudio Oyarzún Fracei, gerente general de HumanNet – www.humannet.cl
Frente a un mundo en constante cambio y ante los vaivenes de las economías en el globo, que elevan la incertidumbre laboral, en el último tiempo han tomado bastante fuerza dos conceptos ligados al ámbito del trabajo. Se trata de los términos Reskilling y Upskilling.
El primero se vincula con la acción de “reinventarse” o “reciclarse” que lleva a cabo una persona para ocupar un cargo distinto al que posee, el cual se encuentra vacante en la organización donde trabaja y para el que no existen candidatos. Es decir, el colaborador- a solicitud de su empresa y en base a la experiencia que posee- se capacita para adquirir conocimientos y desarrollar habilidades y competencias acordes con la nueva posición que desempeñará.
El Upskilling, en tanto, se relaciona con formar a un trabajador para que cuente con nuevas habilidades y competencias para desenvolverse en su actual puesto, con miras a lograr un crecimiento y lograr una mayor productividad en el tiempo.
Es decir, mientras el Reskilling busca que los trabajadores se adapten a los nuevos cargos que se crean en una compañía, el Upskilling se enfoca en el crecimiento de los colaboradores dentro del área o departamento respectivo donde se desempeñan.
En cuanto a los objetivos, ambos términos buscan el desarrollo de habilidades y competencias distintas a las que se poseen, potenciar la productividad individual y a nivel de equipos, capacitar al trabajador dentro de un plan de carrera profesional, facilitar su adaptación a los cambios y nuevas áreas, potenciar su motivación y optimizar los procesos de la organización, principalmente.
A nivel de beneficios, estos términos ofrecen una serie de aspectos positivos para las organizaciones. Uno de ellos se vincula con la retención del talento, dada que la formación entregada al colaborador contribuiría a elevar su satisfacción laboral en la organización y a sentirse más identificado y vinculado a ella, disminuyendo sus deseos de migrar.
Asimismo, mejorarían la imagen y competitividad de una compañía, dado que al entregar más conocimientos, habilidades y competencias se elevaría el nivel profesional de las personas que trabajan en ella, así como su rendimiento en el tiempo.
Un tercer factor a mencionar tiene que ver con el hecho de que los dos conceptos contribuyen a crear una cultura de la formación continua en una organización, lo que ayudaría a que los colaboradores se adapten con mayor facilidad a los cambios del entorno, facilitando el funcionamiento de la empresa en el tiempo.
Finalmente, un cuarto elemento se asocia con una disminución de los costos, pues contar con trabajadores formados para adaptarse a los nuevos puestos laborales permite a una compañía ahorrar dinero por concepto de reclutamiento. A la vez, disponer de capital humano con conocimientos y habilidades que se requieren evita tener que contratar a personal externo.
Dado que el cambio llegó para quedarse, siendo lo único que prevalecerá en el futuro, implementar Reskilling y Upskilling en las organizaciones posibilitará a estas adaptarse a los oscilantes escenarios futuros, con miras a seguir operando en ambientes caracterizados por la incertidumbre y las constantes transformaciones.
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