Este 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro planeta y preguntarse, qué podemos hacer en nuestro día a día para reducir la cantidad de residuos que generamos. Una de las formas más sencillas y efectivas de hacerlo es reciclando algo tan común en nuestras casas como el aceite de cocina usado, ese que usamos para freír alimentos como papas fritas o sopaipillas, entre otras preparaciones, y que  puede causar daño al medioambiente si no se maneja adecuadamente.

El aceite de fritura es uno de los residuos generados en los hogares y restaurantes, y su incorrecta disposición puede tener consecuencias negativas al medioambiente y representar un gasto extra, ya que daña la infraestructura de las cañerías.

Al tirarlo por el lavaplatos -una práctica común- el aceite usado obstruye las tuberías y sistemas de alcantarillado al solidificarse y si además se vierte a altas temperaturas, derrite materiales como el PVC. Esto puede dañar la infraestructura del departamento o casa, y a gran escala, de la ciudad.

Por otra parte, hay quienes buscan deshacerse de él tirándolo a la tierra, lo que también es un error común. O bien, en cuerpos de agua como ríos, esteros, embalses o en el mar, lo que contamina y a largo plazo, daña la fauna y flora local.

Si luego de freír alimentos con aceite, dejamos este aceite usado a la intemperie, puede oxidarse y generar compuestos tóxicos que son perjudiciales para la salud humana. Además, es altamente inflamable y puede causar incendios si no se maneja adecuadamente.

Al respecto, Joaquín Aguirre, gerente general de Rendering Chile quienes se dedican hace ya muchos años a reciclar el aceite de fritura en Chile, afirma que si bien muchas personas desconocen cómo hacerlo es un proceso sencillo. Advierte que la clave está en dejar enfriar el aceite y luego envasarlo en una botella plástica bien cerrada. ¿Dónde llevarlo? Hay puntos limpios a lo largo de todo Chile, ubicados principalmente aledaños a parques o plazas.

“Buscamos contribuir a que las personas sepan lo dañino que es el aceite vegetal que ya ha sido utilizado, ya que cada litro que se recicla, y no se vierte en el drenaje, evita que se contaminen 1.000 litros de agua”, destaca Aguirre.

Y explica “tenemos convenios con municipalidades de todo el país con quienes implementamos puntos limpios para que las comunidades puedan llevar este residuo. En www.rendering.cl están las ubicaciones”.

La buena noticia es que el aceite de cocina usado, al reciclarse puede tener una segunda vida en  la fabricación de biocombustibles, jabones, pinturas y otros productos.

“Todo el aceite de freír que recolectamos lo llevamos a nuestra planta ubicada en Lampa, donde lo descargamos y  hacemos un primer filtro. Posterior a eso, pasa a un proceso de decantación donde se le extrae el agua. Después vuelve a pasar por un proceso de filtración para luego ser purificado y llegar a la calidad indicada para poder ser transformado en biocombustible”, detallan desde Rendering Chile.

En lugar de desechar el aceite de cocina usado en el lavaplatos o en la basura, al depositarlo en un contenedor específico dentro de un punto limpio estás contribuyendo con el planeta al incorporar una pequeña acción diaria para el cuidado del medioambiente.