En junio, la Asociación Americana de Fertilidad celebra una de las iniciativas más desafiantes de la vida moderna: los cuidados de la fertilidad, tanto en la mujer como en el hombre. En ambos sexos, pueden presentarse una serie de obstáculos para embarazarse y cuyas soluciones no siempre están al alcance de la mano.

En el caso de las mujeres, existen varios motivos que pueden causar infertilidad. Uno de ellos son los miomas uterinos: tumores en el útero de carácter benigno, pero que, si no se tratan y diagnostican a tiempo, pueden causar síntomas severos en las pacientes.

“Sólo un 30% de los miomas uterinos son sintomáticos, el otro 70% son diagnosticados gracias a controles ginecológicos anuales por medio de ecografías. Dentro de los síntomas de la patología se encuentran: sangrado uterino anormal, abundante y prolongado, que pueden causar con el tiempo anemia; dolores pélvicos por compresión del órgano y cuadros de infertilidad”, nos comenta Jaime Albornoz, ginecólogo de Clínica Las Condes.

Según estiman datos mundiales, 40 de cada 100 mujeres presentan miomas uterinos. “Estos fibromas se encuentran en el músculo liso del útero y son monoclonales, es decir, todas sus células son iguales y se van multiplicando descontroladamente hasta convertirse en un tumor que crece de manera expansiva, pero que al ser benigno respeta los márgenes del tejido que lo rodea”, explica el doctor Albornoz.

Solución farmacéutica a los miomas uterinos

Habitualmente, el tratamiento de los miomas uterinos sintomáticos es quirúrgico. Si la paciente desea conservar el útero, se extirpan los miomas, por medio de una cirugía llamado miomectomía. Si bien es cierto, esta cirugía es conservadora, existe la posibilidad que en el futuro reaparezcan más y nuevos fibromas. En el caso que los tumores sean más complejos y que la paciente no desee tener más miomas, se procede a la extracción completa del útero, por medio de la histerectomía. Las dos operaciones pueden realizarse por vía vaginal, laparoscópica, histeroscópica o abierta.

En la actualidad existe una nueva solución médica menos invasiva para la mujer. Se trata de un modulador selectivo de los receptores de progesterona, el acetato de ulipistral, cuyo nombre de fantasía es Esmya. El fármaco -presentado en tabletas- fue desarrollado hace casi 10 años por el laboratorio Gedeon Richter, está aprobado por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y llegó a Chile hace más de tres años. De hecho, la compañía farmacéutica dispone del sitio web www.tresdediez.cl que está orientado a informar y orientar a las mujeres chilenas respecto del fármaco y el tratamiento de los miomas uterinos.

“Los tratamientos orales resultan más atractivos porque son mucho más fáciles de indicar a la paciente y hay, por tanto, una mayor adherencia al tratamiento. El acetato de ulipistral, tiene una excelente acción terapéutica en aquellas mujeres que tienen anemia secundaria a los sangrados uterinos anormales. El medicamento permite controlar la hemorragia en aproximadamente 7 a 10 días en el 90% de los casos”, explica el ginecólogo de Clínica Las Condes.

Respecto al uso y administración del fármaco, el profesional indica una sola condición a estudiar previo al inicio del tratamiento. “Si bien, todas las pacientes que sean sanas pueden recibir el medicamento, es necesario realizar antes una evaluación de la función hepática, que debe ser normal, ya que se ha descrito en un porcentaje muy bajo, menos al 0,001% la posibilidad de un deterioro de la función hepática luego del tratamiento. Por este motivo, es recomendable la evaluación previa y durante el tratamiento, para prevenir el daño hepático severo”.

Esmya se encuentra en todas las farmacias del país y su venta es por medio de receta médica.