Las habilidades que busca potenciar la industria minera en la localidad de María Elena
Los nuevos desafíos de la industria minera y la evolución del mercado laboral han gatillado cambios en las competencias que demandan las empresas. La capacidad de trabajar en equipo o aprender a identificar y resolver problemas, son habilidades requeridas para afrontar los retos actuales y futuros en los grandes centros productivos. Estas no pueden ser reemplazadas por la automatización y los cambios tecnológicos que han impactado fuertemente al mundo laboral, sobre todo en los últimos meses, con el boom de la inteligencia artificial.
Teniendo en consideración esta realidad, en el Liceo Técnico Profesional Científico Humanista (TPCH) de María Elena, de la Región de Antofagasta, las y los estudiantes de 3° y 4° Medio que cursan la especialidad de Mecánica Automotriz, cuentan con un programa de acompañamiento para desarrollar las habilidades del siglo XXI, anteriormente conocidas como “habilidades blandas”, para la minería 4.0.
Junto con el apoyo de la municipalidad elenina, esta iniciativa es impulsada por Minera Antucoya y ejecutada por Fundación Chile, y lo que busca es entregar una formación que responda a los estándares de la industria minera, además de promover la incorporación de mujeres y de generar mejores oportunidades laborales para las y los jóvenes de una comunidad ubicada en el corazón de la Región de Antofagasta, capital minera del país.
Pero, ¿cuáles son las habilidades del siglo XXI y por qué serán (y son) fundamentales para la industria minera y laboral en general?
El director de Educación Técnica y Trayectorias Formativo Laborales de Fundación Chile, Manuel Farías, explicó que “este tipo de habilidades, que apoyan el desarrollo integral del ser humano, serán fundamentales para el desempeño laboral en industrias que se ven enfrentadas a grandes transformaciones. Tener pensamiento crítico, autonomía, toma de decisiones y saber trabajar en equipo, constituyen habilidades que se requieren, sin importar la industria a la que se pertenezca”.
La estudiante de Mecánica Automotriz del Liceo TPCH, Javiera Villalba, tiene claro que no sólo se necesitan conocimientos teóricos y prácticos para desempeñarse correctamente en el mundo laboral: “Por eso es que las habilidades que desarrollamos con Eleva nos sirven bastante, porque saliendo hacia el mundo laboral podremos tener más conocimientos y formas de comunicarnos mejor. Ahí trabajamos las maneras correctas de expresarnos, además de desarrollar el trabajo en equipo y de hacer funciones conscientemente y no a la rápida, etc”
Estos nuevos focos se suman al trabajo formativo que desde 2018 se implementa en el liceo elenino en conjunto con Fundación Chile, y con la que Antucoya materializa su compromiso por mejorar las oportunidades de los habitantes de las comunidades cercanas a la operación, siendo la primera compañía minera en trabajar con el Programa Eleva (actualmente alianza CCM-Eleva) y el Marco de Cualificaciones Minero.
“Estamos muy orgullosos de haber sido pioneros en Chile en la implementación del Programa Eleva, porque estamos convencidos que genera valor a las personas, a las comunidades vecinas, a nuestra operación y a los procesos educativos, alineados con nuestro foco de fortalecimiento del capital humano”, expresó el gerente general de Minera Antucoya, Ivo Fadic.
Sello de Calidad CCM
Producto de esta iniciativa junto a las y los estudiantes, la especialidad de Mecánica Automotriz del Liceo TPCH de María Elena obtuvo la certificación del Sello de Calidad CCM otorgado por el Consejo de Competencias Mineras (CCM), donde decenas de jóvenes se han beneficiado participando en programas de prácticas y aprendices, ampliando sus oportunidades laborales y proyectos de vida.
“Con este programa hemos podido trabajar las habilidades blandas como la comprensión, el reflexionar y el poder ayudarnos entre todos para estar más preparados a futuro, cuando entremos a la minería. Así, llegaremos con un enfoque de cómo son las cosas en realidad en esta industria”, expresó Aeling Aguilera, estudiante de la especialidad de mecánica.
También hay ejemplos de jóvenes que ya pasaron por el programa de acompañamiento, como el caso de Giovanni Villalobos, quien lleva cinco años desempeñándose como mantenedor mecánico planta en Antucoya. “Para mí, haber sido parte del Programa Eleva fue algo extraordinario, porque me ayudó a desarrollarme tanto en lo personal como en lo profesional relacionado a mi área, que es la mecánica”, finalizó.
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