Las startups se han convertido en un fenómeno durante los últimos años en Latinoamérica. Cada día surgen nuevos emprendimientos innovadores tanto a nivel nacional como regional; de hecho, si en toda la región solo se contaban 2 unicornios en 2017, a comienzos de 2022 ya existían 25 empresas valoradas en más de US$1.000 millones, ocho de las cuales nacieron en el año 2021.
Pero, pese al buen momento que viven las startups, son muchos los desafíos que se pueden presentar a la hora de emprender. Aunque estos obstáculos, sin duda, son más simples de solucionar si se cuenta con los socios apropiados. Es por esto que resulta crucial elegir bien a los que serán nuestros compañeros en el camino emprendedor.
José Antonio Berrios, cofundador y Director Ejecutivo de Broota —la principal plataforma de inversión de startups con impacto en Chile—, destaca la importancia de que uno de los socios sea capaz de buscar formas para levantar capital y, además, que pueda pitchear muy bien.
“Si vas a tener una startup, necesitas tener a un compañero que esté encargado de los números, de ver cómo se gestiona y obtiene el dinero. Además, por lo general, cuando estás comenzando un negocio vas a necesitar levantar fondos, alguien que sepa acercarse a los inversionistas y que sea capaz de recaudar capital”, explica Berríos.
Por su parte, Cristián Tala, emprendedor, inversionista ángel y fundador de Pago Fácil, asegura que, considerando la importancia de la transformación digital en el mercado y la falta de profesionales IT, cada vez es más relevante contar con un informático como socio.
“Si la startup es de base tecnológica, el cargo de Chief Technical Officer (CTO) debe ocuparlo uno de los socios del emprendimiento, y si ninguno de los miembros fundadores de la startup tiene experiencia en la materia, es importante buscar un socio que pueda cumplir con el rol”, comenta Tala. El inversionista ángel explica que, si no se cuenta con esta experiencia en la sociedad “la búsqueda constante de un programador o informático se va a convertir en un dolor de cabeza para los fundadores, pues ese talento aún es muy escaso en el país”.
Por último, Tala aclara que no es determinante incorporar a estos profesionales en la fundación de la startup, sino que muchas veces también se puede hacer sobre la marcha: “La falta de profesionales IT se puede solucionar formando este tipo de talentos durante el desarrollo del mismo emprendimiento, donde la clave estaría en fidelizarlos o incorporarlos a la compañía con modalidades tipo vesting o stock option, de manera que se sientan parte del proyecto y tengan las metas claras, así todos el equipo se dirige hacia el mismo objetivo”.
Pero, no sólo las habilidades duras son relevantes a la hora de formar una sociedad. Otro punto importante crucial es que debe existir una buena relación entre los socios, habilidades complementarias y visiones distintas (aunque no radicalmente diferentes).
Natalia Espinoza, fundadora de Papinotas e integrante de la corporación de apoyo al emprendimiento G100 asegura que, “es necesario que exista un vínculo adecuado entre los socios de la empresa. Si bien lo ideal es que no sean familiares, sí deben tener una buena relación y crear un buen ambiente que fortalezca la comunicación y el buen trato, para que todos estén remando para el mismo lado”.
Además, Espinoza explica que se requiere de un importante equilibrio: “Para poder avanzar, se requiere que la visión común no sea tan diferente, pero también es necesario que no sea todo igual, porque el equipo fundador también necesita habilidades complementarias”, concluye.
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