La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es un problema común que afecta las arterias del cuerpo. Si tiene presión arterial alta, el corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre.
En general, la hipertensión es una lectura de presión arterial de 130/80 o más. El Dr. Ivan Porter II, nefrólogo de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, afirma que la presión arterial alta puede conducir a una enfermedad cardíaca, a un accidente cerebrovascular y otros problemas de salud graves, incluyendo la enfermedad renal crónica.
Cuando piensa en la presión arterial alta, probablemente ya sepa que puede causar enfermedades cardiovasculares. Pero eso no es todo. “También puede conducir a una enfermedad renal crónica”, afirma el Dr. Porter.
Explica que la presión arterial alta puede hacer que los vasos sanguíneos renales se debiliten y dañen los riñones.
“A medida que la enfermedad renal crónica evoluciona, muchas personas desarrollan hipertensión; ambas condiciones parecen ir de la mano. Por otro lado, las personas con hipertensión también desarrollan enfermedad renal crónica”, explica el Dr. Porter. “El control de la presión arterial alta es una de las cosas más importantes que debemos hacer cuando alguien tiene una enfermedad renal crónica.”
Este control a menudo está relacionado con cambios en el estilo de vida.
“La presión arterial alta responde a muchas de las elecciones que hacemos en nuestro estilo de vida: hacer ejercicio regularmente, evitar los alimentos procesados, reducir la ingesta de sodio, incluir más frutas y verduras en nuestra dieta diaria”, dice el Dr. Porter. “A veces, estos cambios en el estilo de vida no son suficientes. Y en estos casos, los pacientes necesitan medicamentos para ayudar a controlar la presión arterial alta. Pero sepa que podemos tener un gran impacto con las decisiones que tomamos en nuestro estilo de vida para controlar la presión arterial alta.”
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