Por Fernanda Manzur

Directora Gestión de Talento en Grupo Raya

Para los profesionales de recursos humanos y todos los que se dedican con vocación a esta gratificante área, sabemos que la gestión del talento lo es todo. El panorama laboral ha cambiado en el último año y muchas empresas han modificado sus estrategias de gestión de talento.

El concepto se crea en 1997 por Macksey y compañía, y desde aquel momento toma fuerza en todas las organizaciones. Este proceso de gestión de talento abarca desde el primer contacto con un posible candidato para la vacante expuesta, hasta cuando finaliza su “journey” en la organización. Algunos piensan que la gestión del talento es sólo un comienzo. Pero no es así. Es el inicio, durante y al finalizar.

¿Por qué toma fuerza esto y por qué hoy le damos tanta importancia a la gestión del talento? Las personas desde un inicio han sido relevantes para las compañías. Por más que las empresas ofrezcan un servicio, bien o producto, todo ello será primordial a través de la gestión de las personas. Pese a que estamos en el siglo XXI y que la digitalización y la robotización toman fuerza, eso no quiere decir que todos los cargos y las responsabilidades las podrá lograr la tecnología. Es a través de lo anterior que por más que hoy todas las compañías se preocupen más que nunca de invertir en la gestión del talento, esto siempre existió, con la diferencia que hoy toma fuerza porque se visibiliza como tal.

La gestión del talento representa hoy retos en torno al teletrabajo y en las tácticas que las organizaciones deben desplegar si quieren retener y atraer talento, motivar colaboradores, además de lograr procesos de reclutamiento y selección exitosos. En la actualidad hay diversas formas de trabajar, desde tu propio país o fuera de él con cautivadoras ofertas laborales, y es por ello mismo, el proceso de gestión como selección son claves para las organizaciones.

Hace más de un año, uno de los principales y más urgentes desafíos es la salud y el bienestar de las personas. Y pese a que las compañías han debido adaptarse a nuevas formas de trabajar, esta preocupación tiene que seguir siendo una prioridad para las organizaciones, pero por sobre todo, para los directivos. Hay que entender que gestionar eficazmente la seguridad y las necesidades emocionales de los colaboradores no solo atraerá y fidelizará talento, sino que puede garantizar beneficios, al contar con una fuerza laboral más saludable y, por lo tanto, productiva.

Elementos como el home office significarán también la creación de ambientes laborales más aptos, o mantener a los colaboradores bien informados a pesar de la distancia física. Así, la operación flexible seguirá siendo una tendencia relevante para este año y los próximos.

Lo anterior ha configurado un escenario en que la transformación digital, a través de la adopción de herramientas y formas innovadoras de trabajo, ha hecho que muchas empresas estén no sólo manteniendo su operación, sino que hayan reinventado sus negocios.