Gripes y resfríos son una constante durante la temporada invernal, como también buscar alivio para sus molestos síntomas, como los dolores musculares, inflamaciones o fiebre. Asimismo, es casi automático que se vengan a la cabeza tres medicamentos comunes presentes en la mayoría de los hogares en el país: la aspirina, el paracetamol y el ibuprofeno. Pero, ¿todos sirven para lo mismo? ¿Cuál es el mejor para la fiebre en menores de edad o adultos? ¿Hay algún riesgo si los toma una persona con alguna enfermedad crónica?
Son muchas las preguntas que se presentan si nos ponemos a pensar sobre su uso y efectividad. Por esto, Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, nos explica cuándo es mejor tomar uno u otro y sus eventuales riesgos si no se consumen de manera responsable. “Sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antiinflamatorias los hacen indispensables en los botiquines porque, además, pueden adquirirse sin necesidad de una receta médica. Sin embargo, todos los medicamentos deben utilizarse con cautela y de acuerdo con las indicaciones médicas porque, en algunos casos, un consumo irracional puede traer complicaciones”, indica.
Aunque los efectos de estos medicamentos pueden ser similares, los tres están pensados para usos diferentes. Por ejemplo, a pesar de que los tres pertenecen al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), el paracetamol no presenta actividad antiinflamatoria significativa como el ibuprofeno, pero sí es antipirético (ayuda a bajar la fiebre) como la aspirina. “Por esto es importante conocer en qué momento o tipo de malestares asociados a gripes o resfríos es preciso tomar uno u otro. De esta manera, estaremos actuando de manera más eficaz y con un riesgo mínimo de efectos adversos frente a estas enfermedades tan comunes en invierno”, recalca la profesional.
¿Para qué sirven?
El paracetamol es un fármaco analgésico y antipirético, que ayuda a aliviar dolores de cabeza, musculares o artríticos, además de disminuir la fiebre, aunque no ayuda con la inflamación. Aún cuando está presente en otros medicamentos como los antigripales, es bueno consumirlo sólo para tratar dolores de cabeza, menstruales, de garganta o de espalda. A diferencia del ibuprofeno, no causa efectos secundarios gástricos, por lo que personas con problemas leves de este tipo pueden consumirlo sin superar los cuatro gramos diarios en adultos. “Suele hacer efecto entre 45 minutos y una hora, y lo ideal es tomarlo cada ocho horas con dosis que no superen los 500 o 600 miligramos, que es suficiente para mitigar el dolor o la fiebre. En niños, es el pediatra el que siempre debe indicar las dosis, ya que depende mucho del peso”, destaca Molina.
En el caso del ibuprofeno, se usa principalmente como antiinflamatorio y analgésico, aunque también tiene un efecto térmico que reduciría la fiebre. Es útil para manejar dolores de cabeza leves a moderados, o aquellos que van acompañados con inflamación como los musculares, de espalda o de garganta, muy típicos en estados gripales. No obstante, de acuerdo con la farmacéutica, “por su mecanismo, tiene un efecto potencialmente gastrolesivo, pudiendo causar indigestión o náuseas, además con efectos negativos sobre la presión arterial, hígado y riñones. Este es un fármaco que es hepatotóxico en altas concentraciones y por un consumo extenso en el tiempo. Por esto, y al igual que con cualquier otro medicamento, es importante emplear la dosis correcta y no abusar de ella”.
Por último, la aspirina es -al igual que el ibuprofeno- un analgésico, antipirético y antiinflamatorio, pero también es una gran ayuda para la prevención de coágulos de sangre. “Este fármaco se aconseja para reducir el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, aunque en algunos casos podría generar hemorragias, por eso es importante que sea recetado por un médico, dependiendo del paciente, aunque se crea que es inofensivo por su popularidad”, añade Molina.
Al igual que el ibuprofeno, podría causar indigestión, problemas al hígado (en dosis inadecuadas) agravamiento de los síntomas del asma y riesgo de perforación del estómago, cuando presenta lesiones. Asimismo, no se aconseja su ingesta en menores de 18 años, ya que estudios lo han relacionado con el síndrome de Reye, que provoca daño cerebral agudo y problemas hepáticos, pudiendo aparecer después de una gripe, resfrío o varicela y tras el consumo de aspirina.
Ya en 2021 el Instituto de Salud Pública destacaba que el paracetamol y el ibuprofeno se encontraban dentro de los medicamentos más vendidos en el país, siendo de fácil acceso por no necesitar receta médica para adquirirlos. No obstante, y como recalca la farmacéutica, su uso indiscriminado puede generar efectos adversos si no hay una adecuada orientación médica.
“Como hemos visto, los resfríos y gripes no se curan con medicamentos, éstos sólo alivian los síntomas que producen, junto con el descanso y mantenerse bien hidratados. Por esto, tomar uno de estos ayudará a manejar esas molestias, pero no hará que la enfermedad pase de un día para otro, independiente de la dosis o las veces al día que los tomes”, finaliza Molina.
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