Hoy 14 de noviembre es la fecha de concientización sobre una de las enfermedades no transmisibles más comunes: la diabetes.
Según la última Encuesta Nacional de Salud (ENS), el 9,4% de los adultos chilenos tiene diabetes, lo cual implica que casi un millón y medio de personas sufre de alteraciones en la secreción de insulina, su acción en el organismo o ambas. No obstante, los principales responsables de la aparición de esta patología son factores modificables. De hecho, según investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, 54% de los diabéticos tienen esta condición debido al sedentarismo y mala alimentación.
Los carbohidratos de los alimentos refinados, como el pan, el arroz y la pasta, aumentan la glucosa muy rápidamente. Incluir granos en la dieta, como soya, frijoles, lentejas, arvejas y garbanzos, ayuda a mantener niveles más adecuados de glucosa en sangre, insulina y lípidos, y contribuye a otras funciones del organismo y la reducción del apetito. Preferir grasas no saturadas como Omega-3, especialmente aquellas con beneficios para la salud como EPA y DHA, prefiriendo carnes magras, aves o mariscos también son opciones más apropiadas. Además, es importante evitar el consumo de azúcar refinada, a menudo presente en bebidas industrializadas o dulces en general.
La adopción de estos hábitos saludables garantiza otros beneficios directos para la salud y la calidad de vida. “La suplementación y el consumo de alimentos enriquecidos con ingredientes funcionales también pueden apoyar una nutrición saludable”, explica Cyntia Moreira, Oficial de Soporte Técnico de Nutrición Humana de BASF para América Latina. “Las vitaminas, Omega-3 (EPA y DHA), antioxidantes como el licopeno y la luteína, entre otros ingredientes, son aliados para mantener la salud y prevenir enfermedades”, señala.
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