Por Paola Veloso, Sales Management de Visma Latinoamérica
La pandemia por la cual estamos atravesando desde el año pasado y lo que va de 2021, nos ha obligado a pensar cómo funcionará el mercado laboral, emergiendo el término conocido como “espacios laborales híbridos”. Esto significa que hay que volver a la oficina algunos días de la semana, pero el resto, se continúa con el Home Office, una nueva realidad en la cual el equilibrio entre vida personal y laboral sigue siendo un desafío complicado que ha dejado la crisis sanitaria mundial.
Actualmente los días que toca concurrir a la oficina de forma presencial, se organizan los protocolos de seguridad y se reconecta con el espacio laboral, que ahora es muy diferente. Se debe controlar la cantidad de colaboradores, establecer equipos por burbujas y, aun estando presentes en el mismo espacio físico, muchas veces las reuniones se realizan en forma virtual. El estar en la oficina es diferente, se sabe cuándo comienza y cuándo termina la jornada laboral, aunque el tiempo de traslados se vuelve estresante. Se descubre que se puede ser muy productivo en el trabajo remoto, entonces, ¿por qué regresar al modelo antiguo?.
Reconquistar al colaborador para que regrese a su lugar de trabajo, según la industria, es fundamental y habrá que replantearse por qué debiese volver al esquema laboral anterior a la pandemia, si es que realmente fuera necesario. Se deberá revisar si es necesario caso a caso el retorno y las excepciones, dado que pueden haber colaboradores que incluso ya no están en la misma ciudad. La situación actual exige establecer nuevas reglas en la relación laboral, ser flexibles y tener en cuenta que todavía está la pandemia, y que conlleva riesgos.
El área de RR.HH tiene la misión de escuchar y entender las situaciones ante este nuevo panorama. Debe velar por el negocio, la productividad y, a la vez, propiciar un ambiente de bienestar laboral, a pesar de la ambigüedad, y generar un clima organizacional positivo.
Construir confianza nos ayudará a crear las bases necesarias para esta nueva realidad de espacios híbridos de trabajo. También, es importante organizar los equipos, hacer un mapa sobre quiénes están vacunados y quiénes no, detectar cuáles son los colaboradores que tienen algún riesgo mayor ante esta pandemia y quiénes no.
Otro punto relevante es adaptar y acondicionar los espacios (en la oficina y en el hogar) según las tareas que se deban desplegar y las herramientas necesarias para hacerlo en forma eficiente, esto desde el espacio de trabajo del colaborador hasta los horarios de realización de tareas y descansos. Empatizar y conocer las situaciones de los trabajadores, entender lo que sucede en cada hogar, que les preocupa, cómo se organizan, etc, son ejes que una organización no puede mantenerse al margen.
En esta línea y bajo este nuevo escenario es necesario ser flexibles y maximizar la productividad verificando los procesos y buscar herramientas de tecnología que sirvan al colaborador y al equipo según los objetivos a alcanzar y mantenerlos. También propiciar momentos de “desconexión” con el trabajo para despejarse y recargar energía. Despejar la mente contribuye a recuperar el equilibrio emocional que tendrá sin duda un impacto positivo en el ámbito laboral.
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