Tras superar las restricciones surgidas a causa de la pandemia, la realidad laboral vive un proceso de ajuste con una clara tendencia entre las compañías a incentivar el regreso a las oficinas. A propósito, un reciente estudio realizado por KPMG, encontró que para el 64% de los líderes empresariales en el mundo el trabajo volverá a ser totalmente presencial para el 2025. Sin embargo, esto contrasta con las expectativas de los trabajadores, de hecho, Buffer reportó que el 97% de los colaboradores quieren seguir trabajando a distancia por el resto de sus carreras y están recomendando el trabajo remoto a otras personas.
Entonces, ¿qué está pasando? En gran medida, la diferencia se explica en que para diferentes empresas el trabajo remoto se asocia a la baja productividad y el poco relacionamiento entre los equipos, mientras que para los trabajadores es una forma de mejorar su calidad de vida. Por esta razón, Deel, la empresa global de recursos humanos, se dio la tarea de identificar los mitos más frecuentes sobre el trabajo remoto y por qué esta modalidad es una gran oportunidad para las organizaciones.
Los equipos trabajan menos si no están en la oficina
El trabajo remoto aumenta el rendimiento, no lo disminuye. Este modelo brinda autonomía, flexibilidad y confianza a los trabajadores, los cuales al sentirse en un ambiente laboral seguro tienen más motivación y seguridad para cumplir con los objetivos planteados por los empleadores, llegando a ser incluso más productivos de lo que podrían ser trabajando de manera presencial. La clave en este punto es trazar hojas de ruta claras, que les permitan a los equipos saber lo que deben hacer, cómo hacerlo y los tiempos estipulados para ello.
“El micromanagement es una estrategia poco efectiva con los trabajadores actuales y, más aún, con los del futuro. Los colaboradores quieren estar en ambientes laborales que les permitan ser medidos por su trabajo y no por el tiempo que permanecen conectados. En contraste, el tiempo que emplean en los desplazamientos y el estrés propio de un ambiente de oficina pueden resultar contraproducentes para el cumplimiento y rendimiento“, explica Michelle Cascardo, Gerente Regional de ventas de Deel.
Los trabajadores no se relacionan trabajando remoto
Existe la creencia de que las buenas relaciones entre los equipos y sus integrantes solo se pueden crear y fortalecer en la oficina. Sin embargo, en una era donde la tecnología está cada vez más presente, lo anterior está lejos de ser una realidad. Existen muchas herramientas y canales que las compañías pueden aprovechar para conectar con sus colaboradores de manera lúdica y entretenida. Lo importante es contar con una cultura empresarial abierta que conciba a los colaboradores como lo que son, el capital más importante de la organización.
Este factor humano, permitirá a las compañías entender las formas en las que se relacionan sus trabajadores e implementar estrategias mucho más asertivas para la creación de esos lazos de confianza.
Los trabajadores remotos están disponibles 24/7
La flexibilidad horaria es una de las principales premisas del trabajo remoto. No obstante, se cree que esto implica que los trabajadores estén conectados en todo momento. Por el contrario, esta modalidad permite que los equipos tengan mayor control sobre su tiempo y que puedan disfrutar de otras actividades en diferentes momentos del día. Para ello es importante que las compañías cuenten con políticas claras que permitan establecer los objetivos a cumplir y los tiempos establecidos, de manera que los colaboradores puedan autogestionarse de manera informada.
Asimismo, la comunicación cumple un rol fundamental en este propósito. Un entorno horizontal, y bidireccional le brindará la confianza necesaria a los trabajadores para manifestar sus preocupaciones y generar acuerdos alrededor de estas.
La “vida social” y el trabajo remoto no van de la mano
Trabajar de manera remota no necesariamente implica estar encerrados dentro de las casas, por el contrario, esta modalidad ofrece la posibilidad de que prácticamente cualquier lugar funcione como si fuera una oficina. Las cafeterías, librerías, bibliotecas e incluso, las playas y destinos turísticos, están a disposición para que los colaboradores puedan desenvolverse en nuevos entornos y socializar con toda clase de personas.
Esta se convierte en la oportunidad perfecta para crear nuevos vínculos, ampliar la red de contactos y conectar con nuevas culturas.
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