Mayo 22, 2020

El fuerte impacto que han sufrido las fundaciones debido al Covid-19

A más de dos meses que se conoció el primer caso positivo de Covid-19 en Chile, la pandemia no da tregua, lo que ha llevado a una delicada situación económica en el país. Son varias las entidades que han sufrido el impacto de la emergencia sanitaria, como es el caso de las fundaciones que hoy se están viendo afectadas por la considerable baja de sus donaciones.

La “fuga” de donantes crece día a día, lo que ha incidido en el desarrollo normal de los programas y actividades que realizan las distintas entidades sin fines de lucro. Al respecto, José Manuel Correa, director de Factor Social (plataforma especialista en potenciar la captación y gestionar la recaudación de fondos para organizaciones sociales), señaló que “las fundaciones han tenido un impacto bastante fuerte, debido a que la pandemia ha provocado que muchas personas se han visto afectadas en la disminución de su salario o han sido desvinculadas de su trabajo, lo que ha provocado que bajen temporalmente su donación. Hoy, considerando los últimos tres meses, las donaciones han caído casi en un 10%”.

En esa misma línea, sobre las captaciones de nuevos socios, Correa sostuvo que “de casi el 60% que veníamos desde octubre hoy ha bajado a 30% la captación directa. A raíz de la contingencia, ya no se está captando en terreno pues lo que más se está potenciando para captar público son las estrategias de telemarketing y los canales digitales, siendo estos últimos la herramienta más eficaz”.

Según contó el director de Factor Social, “actualmente existen más de 234.500 organizaciones sociales en Chile donde donan alrededor de un millón 500 mil personas de manera permanente. El 70% de todas estas donaciones caen sólo en tres organizaciones sociales: Hogar de Cristo, Fundación Las Rosas y Bomberos. Mientras que el 30% de todo el universo cae en otras organizaciones medianas y chicas con donaciones mensuales por medio de pago. Con esto, uno puede darse cuenta que todo está orientado en las organizaciones que hoy tienen un gran poder para armar todo su sistema de captación, mientras que las fundaciones pequeñas y medianas quedan totalmente a la deriva de esto”.

Ante ello, Correa hace un llamado a que “el Estado, las empresas y la sociedad civil tengan un compromiso de trabajo colaborativo para poder facilitar los distintos procesos de captación, principalmente hacia los medios de pago para que sean más eficientes y efectivos”.

Por su parte, Alicia Albornoz, directora social de Fundación Luz, entidad líder y pionera en educación y capacitación para personas ciegas o baja visión, manifestó que “luego de la crisis social en octubre, nuestras donaciones han sufrido un impacto considerable y hoy con la pandemia mucho más. Comenzamos con un 15% menos de retornos y para mayo creemos que vamos a tener una caída de un 30% y durante este año proyectamos una baja de 60%”.

Sobre las medidas que han tenido que desarrollar para seguir adelante con sus labores, Albornoz, señaló que “si bien hemos realizado ajustes presupuestarios, eso no ha impedido que continuemos con nuestras clases remotas del colegio Santa Lucia y los programas de rehabilitación y capacitación para personas ciegas o con discapacidad visual. No queremos realizar desvinculaciones, pues nos afectaría nuestras actividades. Para eso, estamos reduciendo algunos gastos que nos permitan ahorrar para así poder financiar los programas del próximo año”.

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