Durante los últimos 20 años, el cáncer se ha transformado en una de las patologías con mayor prevalencia y constituye una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial. Según estudios recientes de la OMS, en 2020 se registraron casi 10 millones de fallecimientos por esta enfermedad.
En Chile, el avance del cáncer también ha sido sostenido durante las últimas décadas. De acuerdo a cifras de Global Cancer Observatory (Globocan), durante el año 2020, se diagnosticaron 54.227 nuevos casos y alrededor de 28.584 muertes producto de esta enfermedad en nuestro país.
En el caso de Latinoamérica, la enfermedad en el 2020 registró más de 1.4 millones de casos nuevos en Latinoamérica y el Caribe, y las mejoras que han surgido a lo largo de los años en los tratamientos para el cáncer, han permitido que se incremente la supervivencia de los pacientes diagnosticados. Sin embargo, ello también ha implicado un mayor número de personas que, tras superar la enfermedad, padecen de dolor crónico, es decir, aquel que persiste o es recurrente por más de tres meses.
Algunos tipos de dolor crónico, son considerados como una enfermedad en sí misma de acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-11, y puede ser incapacitante debido a su intensidad, por lo que los pacientes tienen dificultades para realizar actividades cotidianas, generando un impacto negativo en su vida e independencia.
Con relación a la situación del dolor crónico oncológico en Chile, el doctor Jesús Romano, médico jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos en el Hospital Provincial de Ovalle explica que “algunos pacientes con cáncer pueden padecer un dolor crónico oncológico, aunque depende del tipo de enfermedad y la fase en la que se encuentre, pero se calcula que en nuestro país afecta al 90% de pacientes”.
Respecto a las prioridades del dolor crónico oncológico en Chile, el doctor Romano enfatiza que “hoy en día es sumamente prioritario que los médicos en las distintas regiones del país, eduquen y mantengan siempre informado al paciente sobre cómo afrontar esta patología. Contar con el apoyo del equipo médico junto con las herramientas adecuadas para manejar el dolor crónico oncológico es prioritario para que las personas que lo padecen puedan mejorar su calidad de vida”.
Acerca de las terapias, actualmente se cuenta con tratamientos farmacológicos que representan opciones terapéuticas con perfiles de eficacia y seguridad bien caracterizados. Por otro lado, para combatir este dolor, los especialistas recomiendan un abordaje interdisciplinar. “En el abordaje multidisciplinar del dolor cónico oncológico es fundamental, para ello, lo primero es distinguir el tipo del dolor del paciente. Por un lado, existe el dolor somático y el visceral al que podemos hacer frente con analgésicos no opioides y opioides. Por otro lado, el dolor neuropático es más resistente a la mayoría de los analgésicos”, explica el doctor Romano. Algunos pacientes, incluso, podrían requerir asociar otros coadyuvantes analgésicos.
En Estados Unidos, se estima que 1 de cada 3 sobrevivientes de cáncer padecen dolor crónico. Y, de acuerdo con la doctora Patricia Bonilla, presidenta de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP), el panorama latinoamericano es similar. De hecho, “se estima que, en la región, entre el 30% y 40% de los sobrevivientes sufren de dolor crónico”, explica.
La doctora Bonilla indica que el dolor crónico en un paciente oncológico en remisión —es decir, aquel en que los síntomas y signos del cáncer han desaparecido luego del tratamiento— puede desencadenarse o perpetuarse debido a distintos factores, como “el tipo de paciente, las comorbilidades, la enfermedad de base, el tratamiento y las complicaciones durante la enfermedad y el tratamiento”. A modo de ejemplo, la especialista señala que si el dolor crónico es ocasionado por el tratamiento contra el cáncer, el paciente podría experimentar dolor postquirúrgico (especialmente cuando se trata de mastectomías u otras cirugías realizadas a nivel de la cabeza, cuello y tórax), dolor neuropático relacionado a la quimioterapia y dolor del miembro fantasma, por amputación.
¿Cómo vivir con dolor crónico oncológico?
El doctor Jesús Romano, aporta además algunas recomendaciones para pacientes que sufren dolor crónico oncológico:
- Confiar en el oncólogo y sus indicaciones.
- Registrar todas las incidencias del dolor en un cuaderno, diario o libro de notas.
- Mantener unadieta saludable y equilibrada: rica en antioxidantes, aceites grasos mono y poliinsaturados y fibra.
- Evitarsustancias tóxicas como el alcohol y tabaco.
- Cuidar la salud psicológica.
- Potenciar las relaciones sociales y familiares.
- El paciente también puede consultar en una Unidad del Dolor y Cuidados Paliativos, ya que el alivio del dolor y cuidados paliativos por cáncer es una garantía GES.
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