Según proyecciones del Observatorio Global del Cáncer 2020 (Globocan), en Chile se diagnostican más de 850 casos de cáncer de piel del tipo melanoma al año, enfermedad que cada 23 de mayo conmemora su día mundial con el objetivo de concientizar e informar a la comunidad sobre la importancia de su prevención y detección precoz.

De acuerdo al Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, en 2022 se registraron más de 530 muertes por esta patología, siendo esta la cifra más alta de los últimos 20 años.

El melanoma es un tipo de cáncer de piel, que se origina cuando las células que producen el pigmento que da color a nuestra piel (melanocitos) cambian y se vuelven cancerígenas. La sobreexposición crónica y/o episódica a los rayos ultravioleta (RUV), tener antecedentes personales de cáncer de piel, o antecedentes familiares directos con melanoma, sumado a características propias de la piel como: tez blanca, ojos y cabello claro y presentar más de 100 lunares en el cuerpo, representan importantes factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar esta enfermedad.

Si bien el melanoma podría surgir a partir de un lunar pre-existente, la mayoría de ellos se desarrolla desde uno nuevo. En cuanto a las zonas que podrían verse más afectadas, es importante tener presente que este tipo de cáncer de piel puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, pero con mayor frecuencia en piernas en mujeres, y espalda en hombres. De ahí la importancia de conocer nuestro cuerpo y estar alerta a cualquier cambio que puedan presentar los lunares. ¿Cómo? aplicando la regla del ABCDE y consultando a un especialista ante cualquiera de estas señales. 

Regla del ABCDE 

Asimetría. Una mitad es distinta a la otra.

Borde. Irregular o poco definido.

Color. Varias tonalidades, como rojo, negro, azul, en un mismo lunar.

Diámetro. Mayor de 6 mm.

Evolución. Los melanomas suelen cambiar de tamaño, forma y color en un corto tiempo.

Prevención, el primer paso.

No existe una forma certera de evitar el desarrollo del cáncer de piel tipo melanoma, ya que algunos factores de riesgo como los antecedentes personales y familiares, entre otros, no se pueden controlar. Sin embargo, se pueden tomar medidas para disminuir su riesgo en aspectos fundamentales como la sobreexposición a los rayos ultravioleta.

El Dr. Leonardo Peruilh, dermato-oncólogo de Fundación Arturo López Pérez (FALP), explica que “olvidamos que al exponernos a la radiación UV solar, como también de solárium, estamos favoreciendo el envejecimiento cutáneo prematuro y aumentando los riesgos de desarrollar cáncer de piel, ya sea del tipo no melanoma (carcinoma basocelular y carcinoma de células escamosas) o melanoma. Este último es más agresivo y potencialmente mortal”.

En ese sentido, es importante evitar las exposiciones solares largas durante las 11 a 16.30 hrs., que es cuando hay más radiación. Por otro lado, el uso de fotoprotección durante todo el año, al menos tres veces al día, es fundamental. Para una correcta protección, el filtro solar utilizado debería tener un factor de protección solar alto o muy alto, idealmente 30 o más, aplicarse de forma generosa unos 30 minutos antes de la exposición y reaplicarse cada dos horas.

Isabella Rossi, Head of Marketing de marca cosmética ISDIN, señala que “la radiación ultravioleta (UV) del sol está presente durante todas las estaciones, incluso en los días nublados o fríos. Debemos entender que los rayos UV pueden penetrar en nuestra piel y causar daños incluso cuando no sentimos el calor del sol en nuestra piel. Por lo tanto, la protección solar adecuada es esencial en todas las épocas del año”.