Por Fabiola González, Brand Manager de Nosotras
La menstruación ha sido considerada como algo sucio y vergonzoso, siendo un hecho biológico que las mujeres viven en silencio. La falta de información sobre este tema es un problema global que aumenta el estigma asociado a este proceso y las conversaciones en torno a este asunto tienden a estar confinadas a grupos de mujeres y rara vez son abordadas por hombres, según revela la Encuesta Global de Higiene y Salud de Essity de 2022.
Y a pesar de los avances en las discusiones sobre la salud femenina, la menstruación sigue siendo un tabú, al igual el placer que se puede experimentar durante este período a través de un orgasmo, por ejemplo. Por lo mismo, es relevante acceder a información precisa sobre la menstruación que nos proporcione una mayor comprensión de nuestros cuerpos y ayude a desmitificar la idea errónea de que este período es sinónimo de incomodidad o malestar. Si el 52% de las mujeres chilenas reconoce que nunca ha visto su vulva, según un estudio del Centro Miintimidad, es importante comprender el cuerpo y cómo responder a sus necesidades representa una herramienta poderosa de autoconocimiento.
Al aprender más sobre la fisiología menstrual, las mujeres pueden empoderarse y celebrar la diversidad de experiencias que viven durante su ciclo. Desde el descubrimiento de nuevas sensaciones hasta el fortalecimiento del vínculo con sus propios cuerpos, porque el placer menstrual merece ser reconocido y explorado sin vergüenza ni tabúes.
Al reconocer que la menstruación puede ser una época de placer, no solo de dolor, se abre la puerta a una relación más positiva y de mayor autoestima. Elevar esta conversación sobre el placer menstrual no solo desafía los estigmas arraigados, sino que también promueve una comprensión más profunda de la sexualidad femenina. Romper con las ideas preconcebidas nos permite abrazar plenamente la feminidad y cultivar una relación más positiva con nuestro cuerpo en cada etapa del ciclo menstrual, transformando así la percepción de este proceso biológico en una oportunidad para el autocuidado y el disfrute.
Para avanzar en esa dirección, es esencial fomentar una educación inclusiva y comprensiva desde una edad temprana. Integrar temas relacionados con la menstruación y el placer menstrual en los programas escolares puede normalizar estas conversaciones y reducir el estigma asociado. Romper los tabús no es tarea fácil, pero es un paso crucial hacia una sociedad más informada, empoderada y libre de vergüenzas innecesarias. Al cambiar la narrativa, podemos abrir la puerta a una comprensión más profunda y enriquecedora de la experiencia menstrual, promoviendo el bienestar de las mujeres en todo el mundo.
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