A pesar de que nuevamente este año no existirán celebraciones masivas, si hay algo que caracteriza a los chilenos y chilenas durante las Fiestas Patrias es el abuso que hacen de la comida y el alcohol; empanadas, terremotos, asados, choripanes, vino y un largo etcétera pueden generar complicaciones de salud que no siempre son conocidas y pueden arruinar la celebración.

“Algunas épocas como la de Fiestas Patrias son ideales para resentir el equilibrio gástrico de muchas personas. El consumo de grandes cantidades de comida y bebida pueden traer problemas digestivos, algunos tratables en simples pasos pero otros podrían generar más de alguna complicación para quienes enfermedades crónicas, por ejemplo”, indica Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada.

Uno de los problemas más comunes y simples es la acidez. Algunas de sus causas más frecuentes son el exceso en la ingesta de alimentos “con alto contenido calórico como las grasas, el chocolate o el café. Además de otras muy irritantes como el cigarrillo, las bebidas gaseosas y el alcohol”, señala Molina.

En el caso del alcohol no sólo puede afectar la mucosa esofágica y estomacal, sino que también producir complicaciones cuando se combinan con fármacos. “La interacción que los medicamentos pueden generar con bebidas alcohólicas puede –incluso- llegar a ser fatal, potenciando el efecto de éstos o produciendo altos niveles de toxicidad en el organismo”, añade.

En este sentido, los resultados de esta combinación pueden generar reacciones adversas como nauseas, vómitos, confusión o debilidad y hasta disminuir considerablemente la presión arterial. “Por eso, es importante que los pacientes que deben consumir periódicamente fármacos –sobre todo crónicos y aquellos que están enfrentando patologías psiquiátricas- sean conscientes que la mezcla puede producir una toxicidad de tal magnitud que desencadene serios problemas cardiovasculares y hasta la muerte”, enfatiza la farmacéutica.

Volviendo a la acidez, ésta puede darse de manera esporádica, pero si llega a ser recurrente –más de dos veces por semana- estamos hablando de una enfermedad conocida como reflujo gastroesofágico que, de acuerdo a especialistas, pueden llegar a afectar hasta el 15% de la población. No obstante, durante esta época son muchos los que se automedican consumiendo recubridores gástricos (como el omeprazol) o grandes cantidades de antiácidos como la sal de fruta.

Si bien la Sociedad Chilena de Gastroenterología ha respaldado la evidencia científica sobre los beneficios terapéuticos de los recubridores -como los inhibidores de bomba de protones (IBP)- para tratar afecciones gástricas como hemorragias digestivas, el reflujo gastroesofágico, úlceras o complicaciones asociadas, el uso prolongado o en dosis mayores a las recomendadas puede generar problemas mayores.

La FDA (Food and Drug Administration) y la EMA (European Medicines Agency) -organismos responsables de la regulación y expendio de medicamentos en Estados Unidos y Europa, respectivamente- han alertado sobre efectos adversos que van desde calambres estomacales, alteraciones en la respiración, alcalosis sistémicas, efecto rebote (mayor secreción de ácidos), constipación y confusión mental, hasta un mayor riesgo de fracturas (por menor absorción de calcio), déficit de hierro y vitamina B12, y enfermedad renal crónica, entre otras. Por esto, las dosis adecuadas variarán según el tipo de antiácido a consumir y de las patologías propias del paciente.

Por lo que el consejo de la farmacéutica es disfrutar de este tiempo sin caer en los excesos y evitando alimentos que puedan irritar la mucosa esofágica y gástrica, como los ya mencionados, además de cítricos, ajos, cebollas o condimentos picantes.  “No podemos olvidar que esta época de fiestas son un tiempo para pasar en familia y no padeciendo de molestias que pueden evitarse”, concluye.