Cuando buscamos bajar de peso, muchas veces acudimos a internet y redes sociales para conseguir una dieta mágica que nos haga adelgazar de forma rápida. Creemos que la respuesta a todo está en estas plataformas. Sin embargo, olvidamos que cada persona tiene un cuerpo diferente y, por ende, es necesario analizar ciertos factores para comenzar un estilo de alimentación o dieta en particular.
La alimentación humana ha estado siempre relacionada con creencias religiosas y costumbres. En ese sentido, con el paso del tiempo y los avances en la tecnología, se han popularizado ciertas modas estacionarias y tendencias de salud que, en ocasiones, carecen de fundamento científico, por lo que pueden repercutir desfavorablemente en la salud de las personas.
Elizabeth Luna, nutricionista de Sodexo que trabaja en el programa de salud y bienestar “Equilíbrate” de la organización, cuenta que frecuentemente realiza evaluaciones nutricionales en los sitios donde presta servicios la compañía, con la finalidad de promover la salud, reducir el riesgo de desarrollar patologías relacionadas con la alimentación y controlar enfermedades específicas causadas por una ingesta excesiva o insuficiente de ciertos alimentos.
De la misma forma, este programa enfocado en el trabajador adulto, busca poder educar y entregar herramientas nutricionales a las personas a través de charlas y talleres, que les permitan tomar decisiones adecuadas en su alimentación, pero más informados.
Según Luna, a través de este tipo de intervenciones es común oír preguntas relacionadas con las dietas de moda o por información de internet. Ante esto, explica que “es fundamental asesorar a los pacientes con explicaciones lógicas y basadas en evidencia científica acerca de seguir determinada recomendación sobre alimentación, debiendo, además, adecuarse a las enfermedades que padezca cada persona para no agravar su padecimiento”.
Para entregar mayor información, Luna nos derriba algunos mitos:
- “El pan integral engorda menos que el pan blanco”
Desde el punto de vista calórico ambos aportan similar cantidad de calorías, sin embargo, el pan integral es más completo, por su mayor contenido de fibra lo que hace que sea más saludable, mejorando el tránsito intestinal y, además, tiene un índice glucémico menor, esto quiere decir que no aumenta de forma rápida la glucosa (azúcar) en la sangre, mejorando el estado de salud de las personas que padecen obesidad y/o diabetes. En conclusión, aquellas personas sin patologías y con peso normal pueden alternar el consumo de estos panes, por otro lado, personas con colesterol alto, estreñimiento o diabetes deben consumir pan integral. La recomendación siempre será elegir un alimento por la calidad de nutrientes que entrega.
- “Las vitaminas aportan muchas calorías”
Las vitaminas no aportan calorías, por lo tanto, no engordan. No obstante, cuando hay un déficit vitamínico, el cuerpo pide más comida para cubrir esa carencia, entonces el multivitamínico mejorará la absorción de lo que comemos y eso sí aumenta el peso, pero no es sólo porque tomemos una vitamina en específico. Recuerda que las vitaminas están en los alimentos, así que si la alimentación es variada, suficiente y equilibrada obtendrás todas las vitaminas que necesites, de esa forma evitaras el uso de suplementos nutricionales que pueden dar lugar a aportes excesivos de vitaminas, provocando vómitos, visión borrosa y urticaria según sea el caso. Es fundamental consumirlos preferiblemente bajo la recomendación y vigilancia de un profesional.
- “Comer saludable es más caro”
Muchas veces oímos que comer saludable es más caro, probablemente es así cuando nos referimos al precio de los alimentos procesados considerados sanos, como los productos “light” o “diet”, pero es importante saber, que para tener una alimentación saludable no es necesario incorporar este tipo de alimentos procesados. La sugerencia es tener una alimentación lo más natural posible, idealmente libre de alimentos procesados. Un claro ejemplo es la Dieta Mediterránea, reconocida como un patrón de alimentación saludable, ya que no comprende solamente la alimentación, es además un elemento cultural que favorece la interacción social, desde intercambio de conocimientos, tradiciones, hasta como cocinar y consumir los alimentos.
- “Una dieta sin gluten sirve para adelgazar”
Recientemente han salido a la palestra algunas celebridades que defienden las bondades de la dieta sin gluten, aún sin ser celiacos (intolerancia al gluten o proteína de trigo). Este llamado ha provocado que existan muchos seguidores que decidieron no comer gluten, aun cuando realmente nunca aumentó la prevalencia de la enfermedad en dicha población.
Muchas figuras públicas afirman que eliminar el gluten de la dieta ayuda a reducir el peso, pero es importante mencionar que sólo coincide que muchos de los alimentos que contienen gluten son alimentos hipercalóricos. Por ejemplo, productos de pastelerías, pastas, pan u otros alimentos derivados de harina principalmente, entonces es evidente que, si se evitan estos productos y se reemplazan por alimentos con menos contenido energético, eso ayudará a reducir el peso corporal. Esto es así, independientemente del hecho de que contengan o no gluten.
La excesiva cantidad de información y la imposibilidad de filtrarla, junto a la preocupación constante de tener un peso adecuado provoca que se dé rienda suelta a la creencia de estos y otros mitos sobre alimentación, por lo tanto, la recomendación es asesorarse con expertos en nutrición, de esa forma no caer en creencias que podrían llegar a ser perjudiciales para la salud.
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