Consumo de dos gramos de fitoesteroles al día reduce el perímetro de cintura
Comienza la primavera y los cálidos días nos recuerdan la cada vez más pronta llegada del verano, y nos damos cuenta de que la falta de actividad física se empieza a manifestar, no solo en nuestro cuerpo, sino en nuestro sistema inmunológico. El punto es que una cintura abultada puede no ser solo el resultado de la ansiedad de la cuarentena, sino que un indicador de síndrome metabólico, una condición que puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiacas, diabetes o incluso un derrame cerebral. El síndrome metabólico también incide en peores pronósticos para pacientes con COVID-19.
¿Qué podemos hacer?
La revista científica Nutrients publicó un estudio que analizó el efecto de los fitoesteroles como terapia coadyuvante en el manejo del síndrome metabólico, considerando un universo de chilenos de entre 18 y 65 años que cumplieran al menos tres de los siguientes criterios: una elevada circunferencia de cintura, altos niveles de triglicéridos, glicemia, presión sanguínea, o bajos niveles de colesterol HDL, más conocido como colesterol bueno.
La investigación, desarrollada por miembros de la Escuela de Enfermería de la Universidad de los Andes incluyó a 202 personas que fueron divididas en dos grupos: aquellos a quienes se les suministró 2 gramos de nanopartículas de fitoesteroles libres y a quienes se les dotó de placebo durante seis meses. Hacia el final del estudio se observaron grandes diferencias promedio: el grupo que consumió fitoesteroles mostró un índice de triglicéridos 15% más bajo, disminución de 4 centímetros de cintura, 70% de mejora de hábitos intestinales y ningún caso adverso. En el grupo de placebo se aumentaron los índices de triglicéridos y se mantuvo la circunferencia de la cintura.
Los fitoesteroles son compuestos lipídicos de origen vegetal, y que se pueden encontrar en mayor cantidad en algunas semillas como la canola, soya, maravilla, y en algunos frutos secos como los pistachos y las nueces. El problema es que 100 gramos de semillas nos pueden aportar entre 44 a 300 miligramos, lo cual no es suficiente para notar una mejora en nuestra salud ni, por supuesto, en nuestro cuerpo.
María Cecilia Brañes, bioquímica y Ph.D. en Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica e investigadora senior del Consorcio de Investigación Naturalis, explica que diversos estudios clínicos han demostrado que el consumo diario de 2 gramos de fitoesteroles inhibe a la mitad el ingreso de colesterol desde el intestino hacia nuestra sangre lo que, en palabras de la experta, “refleja una caída del 10% del colesterol malo”.
El presidente de la Fundación Chilena de Hipertensión Arterial, el cardiólogo Alejandro Yenes, explica que “tener una dieta rica en fitoesteroles es una buena oportunidad para tener sanidad, el promedio recomendado es de 1,5 a 2,5 gramos por día”.
El doctor Yenes añade que el mecanismo de acción “es bien peculiar, porque es una suplantación lo que ocurre con el fitoesterol, donde se sustituye al colesterol animal, impidiendo su absorción. De esta forma el fitoesterol reducirá la oportunidad del colesterol malo de acumularse inapropiadamente en una arteria, generando una falta de oxígeno y de nutrientes. El impacto del consumo humano de fitoesterol se evidencia al beneficiar todos sus órganos, asegurando recibir correctamente la sangre y su contenido”.
Además, María Cecilia recalca que, aparte de haber sido reconocido por las autoridades de salud americanas y europeas como útil para reducir el colesterol conocido como malo, “investigaciones en curso indican que sus propiedades van mucho más allá y tienen implicancia en todas las enfermedades crónicas no transmisibles y que regula, entre otras cosas, al sistema inmune y por ello se podrían ampliar sus aplicaciones saludables a múltiples campos”.
Este novedoso estudio sugiere que el uso de nanopartículas de fitoesteroles libres puede ser un prometedor adyuvante al manejo del síndrome metabólico.
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