Abrir la llave, prender la estufa, andar en auto o imprimir son actividades cotidianas que emiten CO2. A pesar de que pensemos que nuestra contribución individual al calentamiento global no es excesiva, en promedio, cada persona produce al año cuatro toneladas de CO2. Si aprendemos a reducir nuestra huella de carbono podemos contribuir a cuidar nuestro planeta.
El dióxido de carbono es un componente natural del aire que se ocupa de crear un efecto invernadero sobre la Tierra que impide que el calor desaparezca y que la tierra se enfrié. Sin embargo, el exceso de este componente es perjudicial para todos, ya que se intensifica el efecto invernadero natural y se precipita el calentamiento global.
En la actualidad, alrededor de 40 mil millones de toneladas de C02 son liberadas por año, principalmente por la quema de combustibles fósiles; principalmente el carbón, el gas y el petróleo. Sin embargo, hay otros factores, como la creciente destrucción de áreas naturales y superficies forestales, que al ser destruidas liberan miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero en un corto periodo de tiempo.
Y aunque para disminuir esta liberación se necesita un mayor compromiso de las empresas, es importante partir por el cambio en nuestro propio hogar. Por esto, Carolina Bustos, Jefe de Sostenibilidad y Medioambiente de Sodexo estrega simples consejos para reducir la huella de carbono en la casa y así controlar la cantidad de C02 que emitimos nosotros y nuestra familia.
- Utiliza el transporte público o la bicicleta: El transporte individual que usa combustibles fósiles es una de las principales fuentes de emisiones de CO2 en el mundo. En Chile hay un auto cada 3,8 personas y según la última Encuesta Anual de Vehículos en Circulación, publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), un total de 5.190.704 vehículos circularon en Chile en 2018. Cada 5 mil kilómetros andados producen 590 kg de C02, por lo tanto prefiere el transporte público, la bicicleta, caminar o autos eléctricos.
- Promover opciones vegetarianas: Si bien para muchos es difícil pasar a una alimentación 100% vegetariana, es importante reducir su consumo. Esto porque la industria ganadera, es una de las industrias que más consume agua en el mundo. Además, los gases de las vacas y heces de estas, son grandes contaminantes. Por esto preferir una alimentación vegetariana o vegana son mucho más amigables con el medio ambiente.
- Reduce el plástico en el día a día: Para lograrlo lo esencial es dejar de utilizar los plásticos de un solo uso. Es decir, cambiar las botellas plásticas por botellas de vidrio y termos, usar bolsas de tela o materiales similares, no comprar productos que vienen envueltos de manera innecesaria, como las verduras y frutas envueltas en bandejas de poliespán, entre otros.
- Desconecta el cargador de tu celular: Por muy obvio que parezca muchas personas dejan toda la noche o incluso todo el día el cargador enchufado aunque este no esté en uso. El promedio de tiempo en el que se cara un celular de 0% a 100% es de dos horas y el promedio de horas que duermen las personas son 8 horas, por lo tanto hay 6 horas en los que se está consumiendo energía que no se necesita. Además de consumir energía hay que tener en cuenta que también genera un gasto económico innecesario. Por lo tanto, enchufa tu cargador solo cuando de verdad lo necesites.
- Prefiere electrodomésticos eficientes: Si estás pensando en comprar un nuevo electrodoméstico fíjate en la etiqueta de eficiencia energética y opta por aquellos que sean de clase A+ a A+++. Esto es importante ya que si logramos que todos nuestros electrodomésticos fueran de bajo consumo, el gasto energético de una sola casa se reduciría en 55%. Ahora, si no tienes pensado en hacer un cambio en tus electrodomésticos asegúrate de que no estén enchufados cuando no estén en uso, no utilices la secadora si hay sol y no abuses de los sistemas de climatización.
Siguiendo estos simples tips, podemos contribuir desde nuestro hogar a las problemáticas del cambio climático.
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