En la actualidad, las redes sociales han modificado la forma de relacionarse a todo nivel y, por lo tanto, también son claves a la hora de proyectar la imagen profesional y de construir una marca personal.
En esta línea, el tema de la influencia de las redes sociales en la evaluación del desempeño laboral y del perfil profesional es algo que genera controversia, ya que existe un debate abierto respecto a si es correcto que los contenidos compartidos en plataformas personales como Facebook, Instagram, Twitter o Tiktok, influyan en el ámbito laboral.
Sin embargo, las redes sociales son una de las herramientas claves para gestionar y potenciar la marca personal, ya que utilizadas correctamente pueden convertirse en el aliado perfecto para proyectar públicamente a una persona, siendo el primer paso fijar metas y luego decidir qué uso podríamos darles.
Para Karina Pérez, directora de la empresa de reclutamiento Robert Half Chile, la presencia en unas u otras redes va a depender de los objetivos que te hayas propuesto, así como de otros factores, como el tipo de mensaje que quieras mostrar o a las personas e industrias que quieras llegar.
“Aunque cada red social tiene su peculiaridad a la hora de ganar visibilidad y de desenvolvernos en ella, existen consideraciones claves para que las redes sociales contribuyan y no dañen nuestra marca personal, tales como el peso de la huella virtual, la coherencia en nuestra imagen pública, la visibilidad con estrategia, el administrar la visibilidad de las redes y, por último, el aportar valor”, señala Karina Pérez.
Una estrategia adecuada en el uso de las redes sociales para la mejora de la marca personal en el ámbito profesional se hace indispensable, porque también así lo está entendiendo buena parte de los actores en el ámbito laboral.
Por otro lado, las redes sociales empleadas erróneamente pueden echar por tierra la imagen de una persona. De hecho, abundan las historias de personas que han perdido sus trabajos por hablar mal de sus empresas, bromear acerca de las funciones o emitir comentarios que terminaron volviéndose virales.
Desde Robert Half, entregan diferentes recomendaciones para que las redes sociales contribuyan y fortalezcan la marca personal que se está trabajando:
- El peso de la huella virtual. Lo primero a tener en cuenta al momento de abrir una red social, compartir contenido en ella e, incluso, postear un comentario en foros abiertos, es que esas acciones serán parte de nuestra huella virtual por un largo tiempo. Sin embargo, a diferencia de décadas pasadas, gracias a las redes sociales se pueden tomar varias acciones, que van desde buscar la forma de eliminar ese contenido hasta trabajar su visibilidad desde ahora en forma más estratégica.
- Coherencia en nuestra imagen pública. Se sabe que LinkedIn es la red social profesional por excelencia y que, por lo tanto, quienes están allí suelen participar en esa línea. Por otro lado, plataformas como Facebook, Instagram y Tiktok, tienen una orientación más social, lúdica e informal. En cambio, Twitter es la red de opiniones y de la libre expresión. No obstante esta simplista categorización, no podemos perder de vista que independiente de dónde estemos presentes, nuestra actividad debe ser consistente.
- Visibilidad con estrategia. Trabajar la marca personal en las redes sociales no es tan distinto de lo que hacen las empresas y las marcas comerciales. La misma marca comunica en forma diferente en las redes sociales. Se da un uso diferenciado a estas; por ejemplo, Twitter para atención del consumidor, Instagram para promover el ambiente del trabajo o publicar fotos agradables, y LinkedIn para ofertas laborales y contenidos corporativos. Es por lo anterior que a partir del plan de carrera que se tiene, el perfil que se desea construir y la imagen que se quiere proyectar, se debe decidir en qué plataforma estar públicamente y qué tipo de acciones se quieren realizar.
- Administrar la visibilidad de las redes. La idea es poder gestionar las redes en forma estratégica, teniendo control sobre ellas y de lo que es público o no. Por ello, si se desea compartir contenido más relajado, lúdico o dirigido a personas de confianza, se puede gestionar la privacidad de las cuentas. Instagram y Twitter ofrecen la posibilidad de transformar las cuentas en privadas, así quienes se aceptan podrán ver las publicaciones. En el caso de Facebook, las opciones de privacidad son muchísimas, teniendo la posibilidad, incluso, de hacer privados todos los posts del historial. En la misma línea, si se quiere tener en una red social a colegas o jefes, se deben cuidar mucho los contenidos o poner especial cuidado en la privacidad.
- Aportar valor. Si se quiere trabajar seriamente la marca personal en las redes sociales, no basta con repartir likes. Estar presentes y posicionar la imagen requieren hacer visible la propuesta de valor. Para ello, se debe ser generoso y entusiasta en compartir conocimientos y experiencias que puedan contribuir a otros profesionales de la red. Hay tres formas prácticas de aportar, con distintos niveles de complejidad: generando contenidos; recomendando y compartiendo contenidos externos; y, por último, participando y sociabilizando.
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