Sin inmutarse por el coronavirus, una banda de swing de Berlín ha estado transmitiendo conciertos nocturnos desde la sala de estar de la familia desde el inicio de la cuarentena y está decidida a continuar hasta que termine la pandemia.
Andrej Hermlin terminó su última actuación en vivo llorando en marzo cuando se dio cuenta de que la crisis pondría fin abruptamente a sus conciertos.
“Nunca en mis 35 años de carrera me sucedió esto: me puse a llorar. Me senté al piano y toqué y lloré porque sabía lo que vendría”, dijo Hermlin a Reuters Televisión.
“No nos detenemos, tocamos cada noche, siempre a las 19.00 horas mientras dure la crisis”, contó.
Solo en la primera noche, su banda tuvo una audiencia de 15.000 personas, dijo. Desde entonces, The Swingin’ Hermlins han dado un concierto diario por streaming llamado The Music Goes Round ‘N Round, mayormente desde la sala de estar de la familia.
Su esposa Joyce controla la grabación, sus hijos Rachel, de 16 años, y David, de 19, son las estrellas y la banda puede generar algunos ingresos vendiendo CDs o donaciones.
El grupo ya ha salido al aire más de 140 veces y, aunque ahora están habilitadas las pequeñas presentaciones al aire libre, Hermlin cree que las bandas deberían explorar nuevas formas de llegar a su público durante la pandemia.
“Sería feliz si más músicos aprovecharan esta oportunidad y entendieran que el pasado no volverá. Estamos viviendo nuevos tiempos”, concluyó.
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