Por Carlos Anino, CEO de Napse
Los recientes acontecimientos en materia de salud pública que se están desarrollando en el mundo han afectado en gran medida al comercio. La compra de insumos básicos en tiendas físicas, especialmente focalizado en alimentos no perecederos y elementos de higiene, ha aumentado, hasta que los mismos supermercados han tenido que restringir las compras por persona. Esto mismo ha llevado a las aplicaciones de delivery, eCommerce, ventas telefónicas, entre otros, a incrementar la demanda de su servicio.
A nivel mundial, según Cloudflare, firma líder en infraestructura web, el tráfico global de internet creció en un 10% debido a que más personas trabajan y compran desde sus casas. Si bien en América Latina aún no se conocen estadísticas consolidadas, ya se puede visualizar un aumento en las visitas a las tiendas online en Argentina, Brasil y México. Incluso, en mercados con menor desarrollo, crecen los envíos de artículos de primera necesidad a través del servicio de envío a domicilio y plataformas como Rappi, PedidosYa y Uber Eats.
Esta situación puede provocar diferentes problemáticas en relación a la logística, el abastecimiento y la atención al cliente, que pueden llevar al retailer a desperdiciar oportunidades de venta valiosas en momentos de alta demanda. En estos casos, acelerar la reposición de artículos y reforzar el stock son estrategias defensivas clásicas, pero no suficientes. La utilización de tecnologías es clave para combatir un gran problema que suele darse en momentos de alta demanda: el quiebre de stock.
Este tipo de herramientas permiten gerenciar de forma dinámica y centralizada el stock total de la compañía, teniendo en cuenta los productos disponibles en otras tiendas o centros de distribución cercanos o valiéndose del stock destinado a ventas online. En la punta de la experiencia del cliente, la personalización de las vitrinas en la compra online permite optimizar la visualización de todos los productos del stock, ya que estas herramientas aprenden sobre el interés del cliente en el momento de la navegación y pueden seleccionar productos que sean similares, complementarios, en oferta o con más demanda, para poder cubrir su necesidad, aunque no tengamos el producto requerido.
Solo aquellos comercios preparados para vincularse de manera omnicanal con sus clientes, atendiendo a sus necesidades de forma integral e inmediata, serán los menos afectados por el cambio. Quienes se adapten más rápido a las modificaciones en la demanda sin perjudicar ni afectar la experiencia de compra, estarán preparados para actuar con mayor previsión, una clave en el camino a la transformación digital.
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