Con temperaturas que sobre pasan los 34° un aspecto que se debe tomar muy en cuenta al momento del ejercicio es hidratarse bien para no sufrir golpes de calor. Resguardarse en los horarios de calor intenso y alta radiación solar sumado a una buena hidratación es el combo perfecto para un excelente desempeño en la actividad física.

El agua es el principal componente del cuerpo, por ende, juega un papel súper importante a la hora de mantener equilibrado el organismo. “El agua es un termorregulador por lo que es imprescindible estar muy bien hidratado a la hora de hacer ejercicio, sobre todo en los días de mucho calor. Nuestra recomendación es tomar agua antes, durante y después”, explica Diego Caruezo, gerente de operaciones de Smart Fit.

En ese sentido, el especialista recomienda preparase de la siguiente manera para prevenir problemas por falta de hidratación.

• Antes de hacer ejercicio físico:  Tomar una buena cantidad de agua antes de comenzar la actividad mejora el flujo sanguíneo y nos prepara para el desgaste físico.
• Durante el entrenamiento: Necesitaremos un mayor volumen de agua para controlar nuestra temperatura corporal, bajar las pulsaciones y así mejorar la resistencia y el rendimiento.
• Post Actividad: Es recomendable que las bebidas que se ingieran luego de hacer ejercicio contengan hidratos de carbono y sodio para recuperar lo que se transpiró. Se debe tomar el doble de líquido del peso perdido, es decir, si bajé un kilo tengo que tomar dos litros de agua.

Algo que hay que tener muy en cuenta es la temperatura de los líquidos que se van a ingerir, ya que deben estar entre 15 y 21 grados. “Beber algo muy frío cuando se está haciendo ejercicio puede provocar desvanecimientos y tomar algo que esté caliente va a hacer que no queramos seguir tomando”, advierte Caruezo.

Es muy importante tomar conciencia y siempre estar hidratados a la hora de hacer ejercicio, pero no cualquier líquido, ya que se deben preferir el agua o bebidas deportivas y evitar gaseosas y jugos.