Desde hace algunos años, el gin- tonic se ha ido posicionado a nivel global como uno de los cócteles favoritos y más sofisticados para las tardes y noches. Tanto es así, que desde el 2010 cada 19 de octubre se celebra el día mundial de este combinado, que, aunque en un principio solo tenía dos ingredientes, con el paso del tiempo se han ido incorporando distintos toques en sus preparaciones como rodajas de cítricos, berries y otras especias. Incluso, el año pasado por primera vez en la historia de Google, el gin superó al vodka en términos de volumen de búsqueda.
Asimismo, este trago se ha ido transformando en el favorito de los chilenos: entre 2008 y 2018 el consumo de gin en nuestro país aumentó un 95%, alcanzando un crecimiento anual cercano al 20%, según un estudio de mercado realizado por la compañía inglesa Wines Spirits Report (IWSR).
El desarrollo de la categoría Premium ha permitido que grandes exponentes de la categoría a nivel mundial ganen más y más espacio en nuestras barras a nivel nacional, entre ellas la inglesa Bulldog. José Pablo Delpiano, Gerente de E-commerce y Nuevos Negocios de Viña Santa Rita -la empresa distribuidora de este gin en Chile-, explica que este destilado está en auge debido a su diversidad. “Hace algunos años en Chile podíamos encontrar un par de marcas en algunos supermercados, bares y restoranes, ahora la oferta es tan amplia y variada que incluso existen lugares que se especializan en la venta de gin. Este trago se ha convertido en toda una experiencia y una de las claves de su éxito tiene que ver con su versatilidad”, comenta.
Asimismo, Delpiano señala que en lo que va del año la venta de Bulldog en Chile se ha duplicado respecto de igual período de 2018, y se espera que las cifras sigan en aumento dada la sofisticación que están teniendo los chilenos en su consumo.
¿Cómo nació esta famosa dupla?
El nacimiento de los cócteles casi siempre ha originado historias divertidas y casi increíbles, y el gin-tonic ocupa sin duda uno de los primeros lugares. En el año 1811 el joyero de origen alemán Johann Jacob Schweppe, logró introducir burbujas de dióxido de carbono en el agua embotellada, creando así el agua con gas. Luego de muchos años de éxito con este producto, en el 1873 se decidió agregar quinina a la mezcla. Esta es un alcaloide que se obtiene de la corteza del árbol quino, originario de los bosques de Ecuador, Perú y Bolivia, y que es altamente efectiva contra la malaria. Así nació lo que hoy día conocemos como agua tónica.
La protección que daba contra dicha enfermedad, causó que los soldados británicos que se encontraban luchando en la India comenzaran a tomarla. Pero debido a su amargo sabor, los reclutas decidieron agregarle un poco de gin para hacerla más soportable, creando sin saber, uno de los tragos más icónicos del planeta.
A continuación, te dejamos tres versiones para un gin-tonic
El perfect serve:
- Gin Bulldog
- Tonica Jahuel
- Rodaja de Limon / Pomelo / Mora
- Twist de Pimienta
Para los clásicos:
- 50 ml de gin Bulldog
- 120 ml de agua tónica Jahuel
- Hielo en cubos
- Una rodaja de limón para decorar
Para empezar, lo ideal es tener un vaso previamente enfriado. Se agrega el hielo, luego la medida de gin y finalmente la de tónica, cuidando de que a esta no se le vaya el gas. Se revuelve suavemente y se agrega como toque final la rodaja de limón para decorar.
Para los innovadores:
El truco acá es usar romero y pepino como condimento de los ingredientes principales. Las medidas son las mismas, pero la rama de romero se agrega directamente a la copa y el pepino hay que cortarlo muy fino y ponerlo en el vaso junto al hielo, antes que el gin.
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