Estar detrás del volante por primera vez es una emocionante nueva experiencia, pero en las ciudades concurridas de hoy, también puede ser un mundo peligroso. Una encuesta reciente de Ford arrojó que un número alarmante de conductores jóvenes admitieron haber tenido conductas de riesgo mientras conducían, como acelerar más de la cuenta e incluso ver televisión a bordo. Si bien, algunas cosas están fuera de nuestro control, conocer las reglas de seguridad vial y seguir algunos consejos prácticos pueden ayudar a protegerse en la ruta.
¡Abróchate el cinturón!
Esto puede parecer cuento viejo, pero el uso del cinturón de seguridad es la regla número 1. Sin embargo, muchas personas no lo tienen dentro de sus hábitos, especialmente quienes van en el asiento trasero. Aunque te sorprenda, una excusa común para evitarlo es ¡no querer arrugar la ropa!
Considerando esta premisa, tenemos dos opciones: no usar el cinturón y ser más propenso a lesionarte en un accidente, con lo que tampoco le irá bien a tu ropa; o usarlo y reducir la posibilidad de daños en un accidente y el riesgo de muerte en un 45%. ¿Qué opinas? Para Ford tu ropa con algunas arrugas es hermosa si implica que vayas protegido a bordo.
Conoce tu auto
Esto puede parecer obvio, pero cada automóvil es diferente, así que analiza en detalle el tuyo. Aprende cómo utilizar las distintas luces, el limpiaparabrisas o los controles de temperatura antes de tener que descubrirlo cuando estás en marcha. Esto se convertiría en una distracción muy peligrosa. En tu manual de usuario vienen todas las indicaciones para comprender los símbolos que aparecen en el panel de instrumentos.
Muchos automóviles están equipados con tecnologías de asistencia al conductor. En el caso de Ford, es posible contar con asistente de mantenimiento de carril, asistente de partida en pendiente, control crucero adaptativo y asistente de estacionamiento, entre innumerables funciones. Estas innovaciones facilitan los desplazamientos, sin lugar a dudas, pero debes familiarizarte con ellos antes de salir.
No te distraigas
Alertas del teléfono, redes sociales, ruidos de niños, comidas improvisadas en el auto, maquillarse, falta de sueño o música alta. La lista de distracciones es interminable y una conducción sin poner la atención necesaria está vinculada a un número creciente de accidentes de tránsito y muertes por esta causa. Termina lo que estás haciendo antes de conducir: tu vida y la vida de quienes te rodean son más importantes que responder ese WhatsApp.
Revisa las condiciones del tiempo
Las estaciones cambian y las decisiones para enfrentar cada trayecto también. Por ejemplo, el piso mojado necesita que dupliques tu atención. Revisa los limpiaparabrisas antes de que empiecen las lluvias, enciende las luces y tómatelo con calma. Conducir a altas velocidades en suelo húmedo puede hacer que su automóvil sea víctima de aquaplaning, es decir, que pierda la adherencia y con esto se dificulte mantener el control sobre él.
En esta etapa inicial de conductor, practica manejar con mal tiempo en un lugar seguro y aislado para ver cómo funciona la tracción de tu auto, revisar la capacidad de frenado y dirección. Si es posible, pídele a un conductor experimentado que te acompañe y te oriente.
Conduce a la defensiva
Presta atención a tu alrededor, especialmente al salir de un estacionamiento o realizar cambios de pista y virajes. Usa los señalizadores; mantén las manos siempre en el volante; ten cuidado con los animales, los más pequeños pueden lanzarse repentinamente al camino; no te involucres en dinámicas perjudiciales con conductores agresivos; y recuerda, ¡no es una carrera! La única línea de meta es llegar a tu destino de manera segura, así que sigue todos los límites de velocidad.
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