Activistas de Greenpeace Suiza interrumpieron en la Reunión General Anual de Inversionistas (AGM) de Nestlé. En los discursos pronunciados en el evento, Greenpeace y sus aliados del movimiento global Break Free From Plastic, exigieron que Nestlé finalice a su dependencia con el plástico de un solo uso e invierta de inmediato en sistemas de entrega alternativos basados en la recarga y la reutilización para terminar con este material.
El vocero de Greenpeace en Chile, Mauricio Ceballos explicó que “la contaminación plástica es una catástrofe ambiental, y es un síntoma visible de una enfermedad planetaria inducida por una economía basada en el consumo sin fin y el desecho a cualquier costo. El año pasado, Nestlé produjo 1.7 millones de toneladas de plástico, un 13% más que el año anterior, mientras afirmaba tomar en serio el problema del plástico. Es hora de que Nestlé realmente asuma cierta responsabilidad por la magnitud de su contribución al problema: debe ser transparente y presentar un plan de acción concreto, con plazos ambiciosos, sobre cómo reducir la producción de envases desechables e invertir en recambios verdaderamente sostenibles”.
En Chile, la organización ambientalista realizó una auditoría de marcas en las principales playas a lo largo de la costa como son Porvenir, La Serena, Viña del Mar y Antofagasta. “Los resultados arrojados en nuestro país coinciden con los informes internacionales que indica que la marca Nestlé es una de las empresas más contaminantes con basura plástica. En nuestra investigación descubrimos que Nestlé marca una importante presencia entre los desechos encontrados. Y no sólo eso, el tipo de plástico que envuelven los envases de dulces y helados de Nestlé son la mayoría de polipropileno un material que difícilmente puede ser reciclado. Se hace evidente, entonces, que los empaques de plástico de un único uso- abrir y botar, deben comenzar a ser prohibidos lo antes posible”, enfatizó Mauricio Ceballos.
Un informe reciente publicado por la Global Alliance for Incinerator Alternatives (GAIA) descubrió que Nestlé es la principal fuente de contaminación plástica como resultado de las auditorías de residuos realizadas en Filipinas, donde las comunidades se han convertido en vertederos a través del comercio mundial de residuos.
Greenpeace exige que Nestlé y otras corporaciones multinacionales sean inmediatamente transparentes sobre su uso general del plástico y presenten planes de acción concretos con plazos ambiciosos para reducir su dependencia del plástico de un solo uso y para ir más allá de la cultura desechable.
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