El sándwich de lomito es uno de los favoritos de los chilenos. Gracias al delicioso sabor de la carne de cerdo y a su versatilidad culinaria, este menú se adapta con éxito a diversas variantes como el chacarero, completo o italiano, lo que lo hace aún más apetitoso para todos los gustos.

El origen del lomito no está del todo claro, pero se presume que se remonta a principios del siglo XX, cuando inmigrantes alemanes trajeron consigo la tradición de preparar carne de cerdo de manera similar a los embutidos europeos. Con el tiempo, esta técnica fue adaptada y perfeccionada, resultando en el lomito que se conoce y se disfruta hoy en día.

El 24 de agosto fue designado como el Día del Lomito en honor a esta tradición y para celebrar el impacto del lomito en la cultura y la gastronomía chilena, fecha que permite a los chilenos disfrutar de este delicioso sándwich y explorar sus diversas preparaciones y presentaciones.

La elección de la carne

La clave para un buen lomito reside en la calidad de la carne utilizada. De acuerdo a Álvaro Martínez, Gerente Comercial de Doña Carne, “el Lomo Vetado de Cerdo es un corte muy recomendable por su alto contenido de proteína, es una carne magra con un bajísimo contenido en grasas y una importante concentración de vitaminas y muy bajo contenido de colesterol, por eso es perfecto junto a otras verduras como la palta y el tomate”.

 Los expertos de Doña Carne, cuentan que para darle un toque de sabor único, la clave está en aliñarlo la noche anterior con una mezcla de aceite de oliva, orégano sal y pimienta. Una vez adobado va al horno por 45 minutos, luego de esto deberás cortarlo finamente para poder disfrutar de este rico sándwich.