Según el último estudio de Bain & Company en colaboración con Altagamma, durante los tres primeros meses de 2024 el mercado del lujo se ralentizó en la mayoría de las regiones debido a las presiones macroeconómicas, registrando una caída en su crecimiento entre 1-3% al tipo de cambio actual, en comparación con el mismo trimestre de 2023.

Este escenario cuenta con realidades disímiles por región: mientras China sigue enfrentando presiones debido a desconfianza económica producto de una débil demanda local y el fortalecimiento de la demanda de viajes hacia el exterior, Japón se alza como uno de los pocos mercados en auge gracias al resurgimiento del turismo en el país.

En el caso de Estados Unidos, las elecciones presidenciales y el recorte en las tasas de interés han provocado un ambiente de incertidumbre, dando como resultado un descenso del consumo.

Respecto al tipo de bienes y servicios, la hostelería y los restaurantes han visto una importante recuperación impulsadas también por el turismo y la creciente demanda de experiencias envolventes. De la misma forma, se ve un importante interés en relojes y joyería que se presentan como artículos de inversión, mientras que los consumidores más aspiracionales se inclinan hacia el maquillaje, fragancias y anteojos, considerados como “pequeños caprichos”.

Por grupo etario, las generaciones más jóvenes están retrasando el gasto en bienes de lujo producto del aumento de los niveles de desempleo y el debilitamiento de las perspectivas de futuro. Mientras tanto, la Generación X y los Baby Boomers lideran el consumo en el mercado de lujo gracias a su mayor poder adquisitivo, tendencia que estaría empujando a las marcas a redireccionar sus esfuerzos hacia un público objetivo más senior.