Aunque aún la temporada de invierno no llega, los virus y enfermedades respiratorias muestran una clara tendencia al alza. Así lo señala el último el Informe de Circulación de Virus Respiratorios del Instituto de Salud Pública, el cual especifica que, de los 2.836 casos positivos que se han dado en las últimas semanas, el Virus Respiratorio Sincicial es el que se ha detectado con mayor frecuencia (52,3%). En este contexto es importante mencionar que el grupo de edad más afectado es el de niños de 1 a 4 años.
Ciertamente cuando los más pequeños se contagian, el virus llega a sus hogares y habitualmente los padres que han cuidado a sus hijos por un resfrío o gripe, suelen enfermarse. En esta línea se ha demostrado que la tasa de transmisión de algunos virus dentro del hogar puede ser superior al 60%, siendo los niños los principales reservorios y transmisores de microrganismos hacia sus padres, dado que estos últimos son quienes los cuidan y alimentan. Luego cuando los adultos se contagian, describen que, para ellos, el cuadro es mucho más intenso y prolongado. ¿Cómo se explica esta situación?
Beatriz Arteaga, Directora de la Escuela de Técnico de Nivel Superior en Enfermería de UDLA, señala que “se puede describir que la intensidad de una infección respiratoria viral o bacteriana depende de muchos factores y existen varios motivos que pueden explicar por qué dicha infección en un adulto puede manifestarse con mayor intensidad o más prolongada que en los niños”.
La profesional añade que “principalmente va a depender de las características del sistema inmune del adulto y su edad. Sobre los 60 años hay menos capacidad de respuesta ante las infecciones, asimismo, se debe considerar la posible presencia de enfermedades crónicas en los adultos, tales como diabetes, hipertensión arterial, y obesidad, por mencionar algunos, ya que son factores que condicionan una menor respuesta inmunitaria. Cabe destacar que también el tratamiento con fármacos para estas enfermedades podría generar efectos secundarios que disminuyen la capacidad inmunitaria”.
¿Cómo disminuir las posibilidades de contagio?
La experta de Universidad de Las Américas, Beatriz Arteaga, enfatiza en que “es fundamental incrementar y darle mayor rigurosidad a las medidas higiénicas como el constante lavado de manos, ventilación diaria de las habitaciones en los hogares, conservar todas las superficies limpias y no compartir los utensilios o vasos. Otro consejo a tener en cuenta es mantener una alimentación equilibrada y una buena hidratación, ya que esto permite mejorar las defensas”.
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