El crecimiento vertical de Santiago ha configurado una nueva vida urbana, con un modelo de ciudad compacta, donde el departamento es hoy la opción más accesible y disponible para la mayoría de sus habitantes. Para privilegiar la conexión con el exterior, en los últimos tres años ha aumentado la cantidad de proyectos que aprovechan las azoteas, tras la modificación a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) que en 2019 permitió a los edificios nuevos usar la totalidad de su superficie.
“El uso de las azoteas ayuda a aprovechar al máximo la superficie edificada y entregar calidad de vida a sus residentes, con espacios que reemplazan de cierta manera la necesidad de un patio o una gran terraza para hacer vida al aire libre, que es una demanda que se disparó en pandemia, producto de la experiencia de los confinamientos”, señala Ana María del Río, gerente Comercial de Siena Inmobiliaria.
En los edificios destinados al segmento medio o para inversión predominan los espacios comunes en azoteas, principalmente destinados a la vida social o al esparcimiento, como quinchos, piscina, lounge panorámico o áreas verdes. En el segmento más alto, en las comunas del sector oriente, la tendencia es destinar la quinta fachada a desarrollar azoteas privadas, que se conectan a las unidades del último piso. “La utilización de las azoteas para espacios comunes ha permitido entregar a los residentes de una comunidad espacios para divertirse, realizar asados y compartir. Son una extensión del departamento y que permiten disfrutar más en comunidad y con la familia y amigos”, explica la ejecutiva.
Esa sofisticación se evidencia en la calidad de las terminaciones, en el equipamiento y en el metraje destinados a estas azotas privadas, que pueden ir desde los 40 m2 hasta los 70 m2 o más de superficie. En Vitacura, por ejemplo, Siena Inmobiliaria ofrece departamentos con rooftop que incluyen un jacuzzi con spa de hidromasaje para cuatro personas y quincho con una parrilla sobrepuesta de la marca FDV. “Lo desarrollamos para un concepto innovador que denominamos depto-casa en edificio Miguel Comas, ya que son unidades dúplex de dos pisos, con la distribución interior de una casa, que en los últimos pisos incluyen rooftop privado”, detalla Ana María del Río.
Finalmente, la ejecutiva destaca que, de todas formas, este producto continúa siendo exclusivo, en el sentido de que es escaso, ya que se puede desarrollar solo en las unidades del último piso de los edificios y porque tienen un valor más alto por su mayor superficie. Sin embargo, tienen una buena recepción entre clientes que buscan espacio para descansar o compartir sin necesidad de salir a lugares públicos. “En general, son personas solteras que buscan un espacio social más amplio dentro de la seguridad de un departamento. También familias con hijos mayores, que eligen tener más espacios diferenciados para desarrollar la vida en su departamento y así poder separar los espacios de convivencia de los de descanso y privacidad de la familia. Al ser pocas unidades y generalmente en altura, cuentan con más privacidad y buena vista a la ciudad, requisito bastante solicitado por este perfil”, concluye.
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