La baja visión es una discapacidad visual consistente en una reducción importante de las capacidades visuales sin llegar a la ceguera. Las personas con poca visión suelen tener una agudeza visual igual o menor a 0,3 o una pérdida de campo visual de menos de 20 grados.
Una visión baja puede caracterizarse por una pérdida de agudeza visual o de campo visual, pérdida de sensibilidad al contraste, anomalías en visión del color y visión nocturna, y aumento de la sensibilidad a la luz.
Las personas con visión baja se enfrentan a problemas físicos (limitación de actividades, movilidad reducida, etc.), psicológicos (depresión, ansiedad, baja autoestima, soledad, etc.) y sociales (dificultades económicas, dependencia y relaciones sociales afectadas) ya que tienen una percepción muy limitada de su entorno.
“Cuando los anteojos, los lentes de contacto, los tratamientos médicos o la cirugía no son suficientes para que una persona vea correctamente, se dice que padece baja visión”, asegura Bari Hayoun, director regional para América Latina & Iberia de OrCam Technologies.
Así, leer, ir de compras, cocinar, ver la televisión y otras tareas cotidianas se vuelven muy difíciles. Sin embargo, en los casos en los que la visión no puede mejorarse con gafas, lentes de contacto, tratamientos médicos o cirugía, todavía hay una serie de ayudas para conseguir que las personas mantengan su calidad de vida. “Aunque no consigamos una visión normal, se puede aprender a sacar el máximo partido de las capacidades visuales restantes y apoyarse en la tecnología para ello”, asegura Hayoun.
Ayudas que ofrece el óptico optometrista
El óptico optometrista es una pieza más en la completa atención a este tipo de pacientes. El optometrista trata de potenciar al máximo las capacidades visuales, se encarga de evaluar el resto visual, determinar cuál es la mejor ayuda según las necesidades del paciente, enseñarle a usarla, además de otras muchas cosas. Dentro de las ayudas que pueden recibir los pacientes de baja visión para intentar que sean autosuficientes, existen las ayudas ópticas y las no ópticas.
Entre las ayudas ópticas encontramos las lupas, microscopios, telescopios y filtros. Entre las ayudas no ópticas está la iluminación mediante flexos, los atriles, tiposcopios, teclados adaptados y la tecnología de OrCam Tecnologies, con sus dos dispositivos estrella: OrCam MyEye Pro y OrCam Read.
El dispositivo OrCam MyEye Pro es un pequeño dispositivo intuitivo que se acopla en la patilla de las gafas, capaz de leer instantáneamente textos impresos y digitales, reconoce productos, personas, colores y billetes, en tiempo real y sin conexión Wifi. “Este dispositivo está enfocado a personas con baja visión o ceguera, con el objetivo de ser su asistente personal y mejorar su calidad de vida”, comenta Hayoun.
El auge de la empresa israelí en su búsqueda de mejorar la calidad de vida de personas con deficiencia, la ha llevado a crear el dispositivo Orcam Read, el primer lector portátil de su tipo diseñado para personas con dificultades para leer por una discapacidad visual leve o moderada, fatiga de lectura, dislexia, afasia u otras afecciones, así como para aquellos que leen grandes cantidades de texto. El dispositivo capacita a los usuarios y les ofrece respuestas en tiempo real, además de leer texto impreso en cualquier tipo de superficie física o digital.
Lo más importante en la rehabilitación visual de las personas con baja visión es enseñarles a valerse visualmente y con independencia, tanto como sea posible, mediante ayudas de todo tipo entre las que destacan las tecnológicas.
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