Nutricionista UDLA advierte que niños con problema de sobrepeso hoy, serán adultos obesos mañana
Andrea Cortés, Directora de la Carrera de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas, analizó las alarmantes cifras de obesidad infantil en Chile entregadas en el último informe de la Junta de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB), el cual reporta los resultados obtenidos en 2021. El documento señala que en un año aumentó en 14% la obesidad, en 40% la obesidad severa y disminuyó en un 10% el peso normal de los niños de prekínder, kínder, 1°básico, 5° básico y 1° medio, y en promedio, los menores de enseñanza básica presentan 61% de mal nutrición por exceso.
Para la académica, el efecto pandemia se dejó caer en la población mundial como un dominó. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de niños y adolescentes de edades comprendidas entre los 5 y los 19 años que presentan obesidad se ha multiplicado por 10 en el mundo en los cuatro últimos decenios. Las consecuencias físicas de la malnutrición por exceso infantil son variadas, entre ellas la presencia de factores de riesgo cardiovascular, intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. También se asocia a hipoactividad (condición física baja) y problemas psicológicos, incluyendo sintomatología depresiva o ansiedad, así como una notable reducción en la calidad de vida: “Entre los principales factores involucrados en el aumento ponderal destaca una alimentación inadecuada mantenida en el tiempo y la falta de actividad física, acrecentadas en los últimos años por el confinamiento por la pandemia que reflejan a su vez, el impacto de las políticas asociadas a alimentación y nutrición”.
El factor económico, según señala Andrea Cortés es determinante. Explica que “existen factores que potencian la malnutrición, como el bajo costo de alimentos con alta densidad energética, alto contenido de azúcares y grasas saturadas de bajo valor nutricional, de fácil preparación y/o consumo, y el amplio acceso que se tiene a ellos incluso lo vemos, por ejemplo, en el cine, donde pocas veces encontramos una opción saludable y generalmente es la alternativa más cara”.
Para la académica de UDLA es fundamental que se generen políticas públicas que fortalezcan los esfuerzos por generar hábitos de vida saludable con enfoque familiar en todo el ciclo vital y se intervengan los entornos alimentarios, ya que si no se toman medidas drásticas de manera interdisciplinaria involucrando a todos los actores de la sociedad, “las consecuencias en una década serán dramáticas y el problema radicará en una población adulta obesa y enferma”, asegura.
Por último, destaca iniciativas desde las organizaciones de derecho privado sin fines de lucro, como la Corporación Actuemos (www.actuemos.org) que trabaja en la promoción de sistemas alimentarios saludables y sostenibles, desarrollando estudios, proyectos de investigación e implementando programas para promover la nutrición saludable y la cultura alimentaria.
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