Por Ana Beatriz Franco, Líder del Cluster Chile, Perú & Bolivia en Kimberly-Clark
Cuando inició la pandemia, allá por el 2020, nunca pensamos que vendrían momentos decisivos para las mujeres latinoamericanas. Si bien la sociedad y mundo corporativo ya venían desarrollando iniciativas en torno a llevar mayor igualdad y empoderamiento femenino dentro de sus ámbitos, la realidad que nos planteó la crisis sanitaria fue otra. Esto se vio reflejado en una encuesta de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual aseguró que las colaboradoras de la región destinan el doble de horas, en comparación con sus iguales varones, para sus labores en torno al cuidado del hogar (6 horas y 40 minutos en promedio).
En Chile la situación evidenció un problema mayor que impactó en gran medida la calidad de vida de las mujeres. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2021, se profundizó la baja participación laboral de mujeres en pandemia por diferentes factores y en el trimestre octubre-diciembre en 2020 solo 4 de cada 10 mujeres -en edad de trabajar- estaban ocupadas. Mientras que los hombres fueron 6 de cada 10. En el mismo período también la tasa de desocupación femenina fue 10,9% y la masculina 9,8%.
No obstante, el 2022 es un año más optimista. Un año que nos permitirá recuperarnos en el ámbito social. Las vacunas y los esfuerzos científicos que están combatiendo la pandemia, nos indican que ésta podría ser superada a mediano plazo, por lo que ya es momento de retomar y acelerar el camino a la igualdad, la cual se ha mantenido en stand-by en la región.
Como bien indicó el Banco Mundial en 2021, una mayor participación femenina en la economía propiciaría un incremento del 36% del PBI en la región. No obstante, esto no solo se traduce a mayor cantidad de mujeres en puestos de liderazgo, sino también en generar mejores espacios dentro de la sociedad y el mundo corporativo, con el objetivo de tener un ambiente de respeto único. Por el lado empresarial, nuestra compañía busca continuamente la manera de empoderar a la mujer en torno a distintas acciones y actividades.
Si bien cerca del 40% de posiciones de liderazgo de Kimberly-Clark están ocupadas por mujeres, nuestras iniciativas buscan enfrentar la igualdad y diversidad desde muchas otras aristas, e involucrando a todas las áreas. Uno de los programas más emblemáticos es Working Mom, que busca ayudar a madres que, debido a la maternidad, decidieron darse un tiempo para ellas y sus hijos, y están listas para reinsertarse en el mercado laboral. Actualmente, la compañía ha empleado a 12 Working Moms para desarrollarse profesionalmente en algunos países de la región.
Por otro lado, iniciativas como la conformación de distintos Comités multidisciplinarios que aceleren una cultura de cambio en temas de equidad, LGBT+ y generaciones, nos permiten conectar con nuestro talento humano, conocer sus experiencias y perspectivas, así como los retos y dificultades que tienen, para lograr un ambiente de respeto para todos. Y es que no solo basta con empoderar a la mujer, en Kimberly-Clark creemos que es necesario que todos tomemos conciencia de nuestro rol dentro de la sociedad, derribando estigmas y sesgos inconscientes del día a día. Acciones como estas nos permiten generar mejores profesionales, mejores personas, y entornos más propicios para la innovación.
Es momento de que el mundo corporativo y la sociedad vuelvan a darle la prioridad debida a iniciativas que velen por la equidad, inclusión y diversidad. Si lo que buscamos es un mundo más inclusivo, luchemos desde todos los frentes para lograrlo. Juntos podemos trabajar en ello, para que, en los próximos años, el Día de la Mujer no solo sea una fecha de reivindicación, sino también una fecha en la que podamos celebrar los logros obtenidos por la población femenina con el apoyo de todos los compañeros.
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