Noviembre 24, 2021

Proyectos de uso mixto contribuyen a mejorar la calidad de vida en los barrios

La pandemia ha vuelto a resignificar la vida de barrio, instalando el concepto de “la ciudad a 15 minutos” que, en vez de separar los sectores residenciales del trabajo, el comercio y el entretenimiento, ahora los integran en un mismo sector para que no tengamos necesidad de llegar a ellos usando el auto o el transporte público.

En este sentido, los proyectos inmobiliarios de uso mixto responden muy bien esta aspiración, señala Ana María del Río, gerente comercial de Siena Inmobiliaria. “La cultura cambia y el tiempo adquiere otro valor, porque nos permite estar en familia, dedicarnos a las cosas que nos hacen feliz y nos preguntamos en qué lo estamos perdiendo, como en los desplazamientos para hacer deportes, comprar, estudiar o trabajar”, destacando que este tipo de proyectos que integran un mix de departamentos, oficinas y locales permite a las inmobiliarias agregar valor a los barrios y a la ciudad poniendo servicios, comercio y espacios de trabajo a la mano de las personas, por lo que son fundamentales para mejorar la calidad de vida del entorno donde se insertan.

Siena lleva ocho años desarrollando proyectos mixtos, lo que les ha permitido comprobar, a juicio de la inmobiliaria, la tranquilidad y seguridad que entregan. Además, incluyen otros atributos, como el boulevard con una calle arboleada que incluyeron en un proyecto mixto en Providencia, “que ya está siendo habitado y donde los estudios de felicidad de la comunidad revelan que son muy altos.”, explica la ejecutiva.

El próximo proyecto mixto de Siena es Edificio Parque Quillayes, el cual está situado en el eje sur de Vicuña Mackenna con Metro Quillayes en la comuna de La Florida. Además de los departamentos y 2.000 m2 de parque con áreas verdes para uso de los residentes, el proyecto integrará un boulevard con supermercado y strip center, “que será clave en la consolidación de este sector que tiene un enorme potencial como próximo polo residencial de la comuna”, sostiene Ana María del Río.

Por otro lado, los proyectos de uso mixto también plantean desafíos para los desarrolladores, con el fin de lograr una convivencia en comunidad, de manera armónica, entre los distintos usuarios. “La responsabilidad de la inmobiliaria es lograr esto mediante accesos diferenciados, convivencias adecuadas y que los espacios permitan tener un win-win para todos los que viven, trabajan y se benefician del proyecto”, agrega la ejecutiva.

Desde el punto de vista inmobiliario, también hay beneficios porque aumentan la productividad del terreno.  “Eso tiene que ver con las políticas públicas y comunales que permitan desarrollar más unidades, de mejor calidad, en mejores condiciones, al poder agregar todos estos usos mixtos, porque eso requiere mayor inversión en espacio urbano, pero también es un escenario perfecto para todas las personas puedan disfrutar de una misma calidad de vida independiente de la zona”, sostiene Ana María de Río.

La ejecutiva asegura que estas nuevas tendencias obligan a las inmobiliarias a pasar por un proceso de aprendizaje para saber cómo usar los recursos, cómo afectará cierto proyecto y qué mejoras entregará, además de los espacios que están requiriendo las personas para adaptarse a su estilo de vida y hábitos, poniendo como ejemplo la necesidad de integrar ahora estacionamientos para las motos, a raíz de boom de los servicios de delivery.

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