¿Existen mitos en torno a las cirugías estéticas?

Hace unos días, una mujer quedó grave tras someterse a una cirugía estética en un establecimiento que mantenía prohibición de funcionamiento, en Providencia. El seremi de salud de la Región Metropolitana, Gonzalo Soto, anunció su clausura e hizo un llamado a los pacientes a informarse sobre los centros autorizados, antes de someterse a una intervención de este tipo.

Considerando el aumento de la demanda de procedimientos estéticos post pandemia y de cara a este verano, la Sociedad de Cirujanos Estéticos Reconstructivos (SoCERCh) recomienda que las personas consulten en la página web de la Seremi la autorización que tienen los establecimientos y verifique que los profesionales que los están atendiendo cuenten con la debida acreditación en el sitio web de la Superintendencia.

Sin embargo, casos como el de Providencia hacen rondar mitos respecto de los procedimientos estéticos. Aquí, el vicepresidente de la SoCERCh, el doctor Felipe Costa, nos cuenta sobre aspectos que debes tener en cuenta si decides realizarte una cirugía estética. 

1. Todas las clínicas de cirugía estética son ilegales, son establecimientos clandestinos.

Los establecimientos clandestinos son aquellos que no tienen autorización sanitaria y llevan a cabo estos procedimientos sin los conocimientos, las capacidades ni los materiales requeridos. La mayoría de las veces, incluso, quienes hacen estas intervenciones no cuentan con el título de médico cirujano. Es importante que los pacientes se informen sobre el establecimiento y la persona que hará el procedimiento antes de realizarse cualquier intervención.

Las clínicas en las que ejercen los miembros de la Sociedad de Cirujanos Estéticos Reconstructivos (SoCERCh), cuentan con autorización sanitaria y cumplen con la normativa vigente. Están debidamente habilitadas para realizar procedimientos estéticos y cuentan con profesionales de la salud (médicos, enfermeras, auxiliares, entre otros), el acondicionamiento y los implementos necesarios para hacerlos de manera segura.

2. Existe mayor riesgo en operaciones que se realizan en clínicas de cirugía estética.

Los establecimientos, al igual que todos los centros clínicos y hospitalarios -públicos y privados- autorizados a nivel nacional, cumplen con todas las normas de seguridad médica exigidas y están suscritos a la red nacional de unidades de tratamiento intensivo, banco de sangre y traslado. Las intervenciones realizadas en clínicas acreditadas que se dedican en forma exclusiva a la estética enfrentan los mismos riesgos que las clínicas privadas de mayor tamaño u hospitales. Los cirujanos estéticos llevan a cabo cirugías en centros de mayor o menor complejidad, de acuerdo a las necesidades de los pacientes; sin embargo, la cirugía estética -en la gran mayoría de los casos- está indicada en pacientes sanos, por lo que la necesidad de acceder a UTI o banco de sangre es una excepción.

3. Los cirujanos estéticos reconstructivos realizan todo tipo de procedimientos, aunque sean muy invasivos y no sepan realizarlos.

Los procedimientos realizados por los cirujanos estéticos están individualizados y protocolizados. El proceder clínico completo, desde la evaluación inicial del paciente hasta el manejo posoperatorio, se encuentra normado. Si nos enfrentamos a un caso clínico para cuya resolución no estamos capacitados, o no forma parte de nuestra especialización, no lo hacemos. La ética médica nos obliga en este sentido. Como asociación, promovemos la formación y permanente preparación de nuestros asociados, pero, sobre todo, la seguridad de nuestros pacientes.

4. Si se complica una operación, el cirujano estético evita trasladar al paciente a un recinto mayor.

Los cirujanos estéticos que conformamos la SoCERCh no solo contamos -en nuestros lugares de trabajo- con los equipos e instrumentos necesarios para enfrentar una situación grave, sino que además tenemos la capacidad de trasladar rápidamente a pacientes que requieren una atención más especializada, siguiendo protocolos muy rigurosos establecidos por las autoridades del Ministerio y la Superintendencia de Salud.

5. Se exige que para estas operaciones, el centro médico cuente con una Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI) y un banco de sangre.

Las cirugías estéticas no requieren de la disponibilidad previa de un cupo de UTI o UCI, ni en las grandes clínicas, ni en aquellas dispuestas para realizar cirugías en pacientes sanos. En el caso de pacientes cuyos antecedentes preoperatorios muestran que es probable que -tras la cirugía- necesiten un manejo de mayor complejidad, la programación de esta se realiza en forma conjunta con una cama de UTI o UCI. Tenemos los convenios  pertinentes, según dispone la normativa vigente. No hacemos cirugías que puedan requerir apoyos especiales en clínicas que no dispongan de ellos; los miembros de la SoCERCh seguimos con mucha rigurosidad los protocolos de seguridad, lo cual nos ha llevado a tener un índice de complicaciones que es incluso menor que el de la cirugía general, traumatología o ginecología y obstetricia, de acuerdo a estudios efectuados por la Superintendencia de Salud.

6. Los cirujanos estéticos no tienen la expertise para realizar estos procedimientos

Si bien en Chile no existe el reconocimiento formal de la cirugía estética como especialidad, ni tampoco un programa de formación universitario que la imparta, los cirujanos estéticos que formamos la SoCERCh nos hemos formado a través de postgrados, cursos, capacitaciones y pasantías, algunos de ellos en Chile, pero la mayor parte en el extranjero, específicamente en el área de la cirugía estética.